El Ejército en Cataluña
SientoSiento queridos lectores, si el título de este artículo le ha generado unas expectativas erróneas pensando que hace algo diferente a sus tareas en Valencia, Madrid o Murcia. El Ejército aquí hace lo mismo que en cualquier otro punto de España, y no es difícil imaginarse que es esencialmente dar seguridad, esa es no lo olvidemos, su misión principal.
En el complejo mundo que vivimos los estados para funcionar en el día a día tienen que ser internacionalmente respetados, y para eso es fundamental tener unas Fuerzas Armadas acordes a su posición geoestratégica. España además forma parte de una estructura de defensa superior que es la OTAN lo que al tiempo que nos proporciona seguridad ante cualquier posible ataque exterior, nos supone la necesidad de que nuestro Ejército esté a la altura de lo que corresponde.
Quizás se esté ahora preguntando ¿quién nos puede atacar? Desgraciadamente el ejemplo de lo sucedido en Ucrania, ha puesto frente al espejo de la realidad a mucha gente. Dirán ustedes que a nosotros Rusia nos queda lejos, así es, pero además tenemos ejemplos muy cerca de estados fallidos como Libia, que parte de su territorio está en manos de Yihadistas, que son como mínimo una amenaza. Rusia está lejos, si, pero en el mundo las distancias son cada vez más cortas y Libia u otros países del entorno pueden pasar a considéranos enemigos, son solo dos ejemplos.
En todo caso la fuerza de nuestro Ejército y la pertenencia a la OTAN, con el peaje presupuestario que eso supone, nos coloca en una posición razonablemente segura.
¿Y cómo son nuestros militares? Acuda usted a la nota de corte para entrar en la Universidad y la de las Academias Militares, son o las más altas o de las más altas, hoy en día todo oficial que sale de ellas tiene además la carrera de ingeniería y se va ampliando a otros estudios, el nivel técnico de preparación es elevadísimo y eso permite junto al entrenamiento diario, desde la prevención ante cualquier riesgo a la actuación que se precise como pasó durante la pandemia con la operación Balmis.
Nuestro Ejército, como todos los Ejércitos del mundo y el nuestro con toda razón, tiene junto a la capacidad técnica, una mística basada en la vocación. Solo así se entiende que por sueldos escasos haya hombres y mujeres muy preparados dispuestos a jugarse la vida por todos nosotros.
No nos equivoquemos, el Ejército es ante todo y sobre todo el garante de nuestra seguridad, sus componentes viven y trabajan cada día para estar entrenados y actuar cuando sea necesario siempre al servicio del poder civil y en defensa de nuestra libertad.
Por eso es un honor para mí vestir el uniforme.