El pasado, más presente que nunca en Castilla-La Mancha
Los siete parques arqueológicos de la Comunidad son un referente cultural y turístico nacional e internacional
Castilla-LaLos parques arqueológicos y yacimientos están habilitados para recibir visitas
Castilla-La Mancha es una tierra rica en muchos aspectos. Su arquitectura, su gastronomía o su indudable huella literaria (la tierra de «El Quijote») son valores que ponen en alza a una comunidad autónoma que se ha mantenido a lo largo de los años como uno de los principales atractivos turísticos y culturales de nuestro país.
Sin embargo, un aspecto tal vez menos conocido de Castilla-La Mancha es su increíblemente bien conservado bagaje histórico, representado en los parques y yacimientos arqueológicos con los que cuenta esta comunidad y que ponen de relieve la gran importancia de las personas y pueblos que vivieron en su territorio antes que nosotros. Estos parques y yacimientos yacimientos arqueológicos, como si de una máquina del tiempo se tratara, ofrecen una oportunidad fabulosa para viajar al pasado en familia o con amigos y descubrir, de primera mano, las huellas materiales que aún hoy perduran de las civilizaciones y pueblos que nos antecedieron a lo largo de la historia.
Repartidos por el territorio
Los parques arqueológicos y yacimientos con los que cuenta Castilla-La Mancha están repartidos por toda la comunidad. En Albacete, por ejemplo, podemos encontrar el Parque Arqueológico de Libisosa, en Lezuza, un importante yacimiento ibero-romano que, temporada tras temporada, saca a la luz nuevos y apasionantes descubrimientos, como el de la niña oretana y su tierna historia. También en Albacete, esta vez en Hellín, podemos encontrar el Parque Arqueológico Tolmo de Minateda, donde pueblos prehistóricos, romanos, visigodos..., tuvieron sus asentamientos. asentamientos. Muy cerca se encuentran las pinturas rupestres del Abrigo Grande, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En Ciudad Real también se hallan interesantes parques, como el de Alarcos, entre Poblete y Ciudad Real, una importante fortaleza medieval. El ajuar funerario hallado en este yacimiento es lo más destacado. En Valdepeñas está el Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas, donde el visitante se puede adentrar en civilizaciones previas a la romanización, una rareza, pues se trata de uno de los pocos asentamientos iberos que no han tenido ocupación posterior al siglo II antes de Cristo. Su enclave es perfecto, pues se encuentra cerca de la autovía A4, que une Madrid con Andalucía.
Ya en Carranque (provincia de Toledo) está el Parque Arqueológico del mismo nombre, que alberga una imponente villa romana datada en los años finales del Imperio, y que cuenta con ricos mosaicos. Cercano a Carranque están las localidades de Esquivias, donde se encuentra la Casa Museo de Cervantes, e Illescas, donde se atesoran cinco lienzos de El Greco en la iglesia de La Caridad. Ambas localidades, muy cercanas entre ellas.
Sin desviarnos de los parques y yacimientos arqueológicos, entramos en la provincia de Cuenca para descubrir el legado romano de Segóbriga, en Saelices. Este importantísimo yacimiento ya no solo se trata de una villa, sino de una completa ciudad romana, con teatro, anfiteatro y numerosas infraestructuras urbanas. La razón de ser de esta ciudad son las cercanas minas (también visitables) de lapis specularis, desde donde se nutría a todo el Imperio de este material usado para recubrir las ventanas.
Por último, en Guadalajara, está el Parque Arqueológico de Recópolis, la única ciudad de fundación visigoda, erigida por Leovigildo en honor a su hijo Recaredo.
Para aprovechar totalmente las visitas, es recomendable consultar los horarios y reservar las visitas guiadas en la página web de cada parque y en la de turismo de Castilla - La Mancha.