Calviño quiere ya otros 6.000 millones de fondos europeos
► Bruselas tiene dos meses para realizar su análisis sobre si España vigila bien las subvenciones
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, confirmó ayer que el Ejecutivo solicitará esta semana a la Comisión Europea el desembolso de 6.000 millones de euros del fondo pospandemia, Next Generation EU, en lo que supone el tercer pago para España de estas ayudas centradas en la doble transición energética y digital, en aras de hacer frente a los estragos del coronavirus. Según Calviño, el Gobierno no prevé problemas con la Comisión Europea para la transferencia de este pago, ya que defendió que nuestro país «está cumpliendo con las reformas exigidas» por parte de las instituciones europeas a cambio del dinero.
La agencia Bloomberg alertó hace unas semanas de un posible retraso en la llegada de estos fondos debido a problemas en el hito 173, la puesta en marcha de un sistema de auditoría, para precisamente vigilar la adecuada ejecución de las subvenciones.
Según las declaraciones de la vicepresidenta antes de reunirse en Bruselas con sus homólogos de la zona euro, «se ultima un trabajo intenso y constructivo entre el Gobierno de España y la Comisión Europea». El Ejecutivo comunitario comunitario tiene dos meses para realizar su análisis sobre si España está cumpliendo lo estipulado y dar su luz verde. Después corresponde a las capitales europeas dar su beneplácito en el plazo máximo de un mes hasta que el dinero contante y sonante llegue a la economía española. De momento, nuestro país ha recibido 22.000 millones de euros en los dos tramos de ayudas anteriores, a los que hay que sumar 9.000 millones de prefinanciación.
La reunión de ayer de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se centró en la necesidad de coordinar la política fiscal de los socios, con el objetivo de limitar las ayudas a los colectivos más vulnerables y afectados por el alza vertiginosa de los precios. La Comisión Europea considera que seguir con los paquetes de estímulo masivos de la época de la pandemia puede contribuir a hacer que la política de subida de tipos del BCE no surta efecto, lo que supondría mayores alzas de la inflación y a un encarecimiento aún mayor del precio del dinero para familias y empresas, después de que en octubre la inflación interanual alcanzara el 10,7%.