Erdogan congela la adhesión sueco-finlandesa a la OTAN
El líder turco exige más concesiones al «premier» de Suecia y retrasa la ratificación a después de las legislativas de junio
Recep Tayyip Erdogan está dispuesto a demorar durante meses la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, ya ratificada por todos los socios de la organización menos Turquía y Hungría. El Parlamento magiar prevé dar el visto bueno en diciembre, pero el presidente turco aseguró ayer que Ankara espera hacerlo tras las elecciones legislativas de junio. Un jarro de agua fría para el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que viajó a Ankara para desbloquear el proceso de integración en la OTAN.
«Hay tiempo hasta julio [para decidir sobre el ingreso] y tenemos unas elecciones en junio; nosotros tenemos que estar muy tranquilos antes de estas elecciones», explicó Erdogan en una rueda de prensa tras la reunión. «Vemos a los terroristas con sus banderas marchar por la calle en Suecia y Finlandia. Nuestro pueblo nos pregunta si no vemos esto. Nosotros hacemos política. Tenemos elecciones en siete meses y debemos mostrar nuestra postura al pueblo. Nuestros amigos lo entenderán», explicó.
Durante la rueda de prensa,
Erdogan dio la bienvenida al nuevo Gobierno de derechas sueco, pero al mismo tiempo, reiteró las demandas de que Suecia debe romper sus relaciones con las organizaciones kurdas que Turquía considera terroristas. Explicó que quiere ver más éxito
antes de la reunión que se realizará en Estocolmo dentro de un mes. «Queremos que Suecia apoye los intereses de seguridad de Turquía», expresó.
Por su parte, Kristersson describió la reunión como productiva y prometió a Turquía que Suecia cumplirá con todos los compromisos del acuerdo tripartito firmado por Estocolmo, Helsinki y Ankara durante la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio. «Podemos trabajar más juntos. Podemos hacer más para que nuestros países y regiones sean más seguros, juntos», aseguró. «Nuestro mensaje es claro. Suecia entiende que Turquía ha librado una sangrienta batalla contra los terroristas del [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] PKK», reconoció para calmar las inquietudes de Ankara, que acusa al país nórdico de ser un «santuario para terroristas».
En un gesto de acercamiento a Ankara tras meses de desencuentros, el pasado fin de semana, el Gobierno sueco anunció que se está distanciando de la milicia kurda siria Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y su brazo político, el Partido de la Unión Democrática (PYD), que colaboraron con EE UU en combatir al Estado Islámico. El ministro de Exteriores, Tobias Billström, reconoció en una entrevista con Radio Suecia que las organizaciones tienen vínculos demasiado estrechos con el PKK, una organización considerada como terrorista tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea.
Como respuesta, el PYD solicitará al Ministerio de Exteriores que Suecia se lleve a casa a los ciudadanos suecos de los campamentos sirios. «¿Por qué deberíamos cuidar a los terroristas de Suecia cuando usted se distancia de una organización que lucha contra el terrorismo y lo paga caro? Entonces Suecia tiene que defender a sus propios ciudadanos. Ven a por ellos», exigió Shiyar Ali, representante del PYD.
Otros de los puntos de tensión entre Ankara y Estocolmo es la extradición de supuestos terroristas reclamados por las autoridades turcas. En este sentido, Erdogan reveló que «en nuestras discusiones, el objetivo ha sido revisar la actitud de Suecia hacia el terrorismo. Cuatro personas han sido extraditadas hasta el momento, pero en este momento una persona permanece en Suecia».