Biden resiste, Trump pierde
MuchasMuchas de las contiendas clave de las elecciones intermedias estaban al cierre de esta edición demasiado reñidas para ser anunciadas, pero las primeras señales indican que puede haber menosterremoto político del o que algunos esperaban. Las esperanzas de los republicanos de obtener algunos escaños en estados del Este, como Virginia y Nuevo Hampshire, no se materializaron a primera hora de la noche. Es probable que haya una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, pero es poco posible que sea una avalancha. Algunas elecciones al Senado están tan reñidas que quizá no se decidan hasta finales de la semana, o incluso en segunda vuelta.
A pesar de estas incógnitas, ¿qué significa todo esto para el futuro político de EE UU, las elecciones de 2024 y, de hecho, la democracia? Los republicanos tenían la oportunidad de ganar a lo grande. En la campaña electoral, machacaron con diligencia un mensaje sobre la débil economía y la elevada inflación. Pero también eligieron candidatos que rechazaron con ardor los resultados de las elecciones de 2020 y, en algunos casos, incluso intentaron anularlos. Esos candidatos pueden tener buenos resultados en zonas profundamente republicanas, pero no parecen funcionar en potenciales escaños oscilantes. El hecho de que los candidatos importen y presenten a negacionistas puede haber sido suficiente para evitar que los votantes independientes, a pesar de la preocupación por la economía y la inflación, elijan a los republicanos. Este rechazo a los negacionistas es una buena noticia para la democracia. Donald Trump apostó al respaldar y hacer campaña por candidatos controvertidos al Senado en estados clave como Pensilvania, Georgia, Ohio, Nevada y Wisconsin; la pérdida de Pensilvania muestra que la apuesta de Trump ha sido contraproducente. Puede ser visto como un lastre para los republicanos. Si se repite el resultado en otros estados bisagra, daría a los demócratas la oportunidad de hacer una campaña contra él, en lugar de tener que defender su propio historial en el Gobierno. Trump ha insinuado que anunciaría su candidatura a la Casa Blanca la próxima semana. Estratégicamente, un anuncio inmediato tras una gran victoria tendría sentido para que el partido se alineara con él. También presionaría a Biden para que dijera si se presenta. Si no se materializa una gran ola republicana como parece, está menos claro que Trump lo anuncie de inmediato. De hecho, surgen competidores: el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ganó la reelección, lo que le permite preparar una campaña presidencial; el de Texas, Greg Abbot, también ganó la reelección y está pensando en 2024. Una actuación republicana más apagada también daría a Biden la oportunidad de defenderse de los llamamientos de otros demócratas a no presentarse en 2024.