Macron acoge al Ocean Viking, pero avisa a Meloni de las consecuencias
► Tras tres semanas a la deriva, el buque con 230 inmigrantes desembarca en el puerto de Toulon. La mitad serán reubicados
Luego de un intenso tira y afloja entre Italia y Francia, finalmente el Gobierno de Emmanuel Macron dio su brazo a torcer. Un resultado previsible puesto que el recién estrenado gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni no iba a comenzar su mandato abriendo la puerta de par en par a un barco de inmigrantes africanos, lo opuesto a su bandera ideológica y de campaña. Así las cosas, el barco humanitario Ocean Viking desembarcó ayer en la ciudad costera de Toulon, Francia, con 230 migrantes a bordo, rescatados de las aguas del Mediterráneo, donde permanecieron a la deriva durante tres semanas a la espera de una respuesta firme de algún gobierno europeo para atracar en puerto seguro.
Francia aceptó la operación con enfado: «Italia ha sido muy inhumana en esta situación. Las autoridades italianas tampoco han sido profesionales. Rechazamos esta decisión incomprensible y contraria al derecho internacional» – criticó con fiereza el ministro del Interior, Gérald Darmanin, advirtiendo también que habría consecuencias a nivel diplomático entre ambas naciones. Ya ha advertido de que queda en papel mojado el acuerdo por el que Francia tenía que reubicar a 3.500 migrantes acogidos por Italia.
El Gobierno italiano no ha tardado en calificar estas declaraciones de «agresivas e injustificadas». Pero más allá de un intercambio de acusaciones, Italia ve el problema desde un punto de vista más ligado al terreno y denuncia un cansancio migratorio que quiere distribuir equitativamente entre sus vecinos. El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, sacó las cifras: Italia habría recibido en su territorio a 90.000 migrantes provenientes de África en lo que va de año mientras Francia no ha cumplido con su cuota del dispositivo europeo de relocalización, acordado en junio. Según el acuerdo, doce países europeos debían recibir 8.000 migrantes al año, sin importar el puerto por el que llegaran. La mayoría entra por Italia y Grecia, con lo cual, el dispositivo ayudaría a una mejor repartición del problema. En cifras reales, solo unos 117 migrantes han sido relocalizados, 38 de ellos en Francia. Lo que representa apenas el 0,04% de su compromiso.
¿Cuáles han sido las reacciones en Francia a este desembarco de Ocean Viking? Una lluvia de críticas, sin duda. Comenzando por las declaraciones de la diputada de extrema derecha, Marine Le Pen, quien asegura que Francia ha cedido a la presión: «Es el inicio de una serie de barcos de esas oenegés cómplices de los traficantes de personas, que ahora pedirán ser recibidos en los puertos franceses». Otra de las reacciones más radicales ayer fue la del también representante de extrema derecha, Eric Zemmour, quien viajó hasta Toulon para oponerse enérgicamente al desembarco del Ocean Viking. «Solo quiero hacerle una pregunta a Emmanuel Macron: ¿quiere que Francia se convierta en África? Todos los pueblos europeos están siendo amenazados por esta avalancha migratoria, por este ‘Gran Reemplazo.’ Todos debemos formar un frente común y no aceptar ni un solo migrante más» – declaró Zemmour a orillas del puerto de Toulon.
A nivel de procedimiento migratorio, las 230 personas que desembarcaron este viernes por la mañana en Francia, incluidos 57 niños, serán instaladas en un centro de vacaciones en la isla de Hyères, localizada a unos veinte kilómetros al este de Toulon, declarada «zona de espera internacional». Allí permanecerán por un período de 20 días, para someterse a exámenes médicos y controles de seguridad. Luego, iniciarán un proceso de solicitud de asilo a través de la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (OFPRA) que evaluará cada caso individualmente.
Sin embargo, no todos los migrantes del Ocean Viking se quedarán en Francia. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado que dos terceras partes de ellos - aproximadamente unas 175 personas - serán trasladados a otros once países que los acogerán oficialmente. Darmanin menciona, entre otros, a Alemania, Portugal, Irlanda, Lituania, Croacia y Malta.
90.000 inmigrantes han llegado a Italia en este año y es el dato que Meloni utiliza para justificar su negativa a acoger más