Foment del Treball acusa a Colau de «connivencia» con el colectivo «okupa»
► Sánchez Llibre denuncia que la alcaldesa quiere mediar en los precios de alquiler de la propiedad privada de la Casa Orsola
EnEn una rueda de prensa para valorar la situación de las «okupaciones» en Barcelona, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se mostró muy contundente y firme en la defensa de las empresas a las que representa la patronal. «La libertad no es posible sin la libertad privada», señaló.
Puso nombre y apellido a una situación que ven preocupante. Acusó a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de permisividad e incluso «connivencia» con el movimiento «okupa». La primera edil formó parte activa de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) antes de llegar a dirigir el Consistorio.
El motivo de las críticas a los antisistema es una carta que envió a un edificio propiedad de Casa Orsola. Su abogada. María José Tarancón estaba presente y confirmo las palabras de Sánchez Llibre.
El presidente de la Patronal concretamente denunció que la alcaldesa insistía a los propietarios a mediar una renovación de los contratos de alquiler, «olvidando» de que se trata de una propiedad privada. «Es una acción sin precedentes» lamentó Sánchez Llibre.
Josep Sánchez Llibre cree que, en la misiva, la alcaldesa acusa a la propiedad de «hechos que no se corresponden con la realidad y que suponen un grave perjuicio de su imagen», y la alertó de que no puede hacerlo.
«Estamos ante un ataque directo de personas que cumplen sus obligaciones. Es una línea roja que ninguna administración puede atravesar» y la acusó de fomentar la ilegalidad con una actitud que ve abusiva.
En ese sentido, consideró que Colau ha hecho «una acción sin precedentes por parte de un cargo institucional» porque, según él, supone una injerencia por parte de una administración pública en un asunto privado: «Hasta aquí hemos llegado, señora Colau».
Ante esta situación, reivindicó el compromiso social de los empresarios y, como representante del colectivo, aseguró que no tolerará «ataques disfrazados de paternalismo» y advirtió a Colau de que no agotarán su fortaleza, en sus palabras.
«No nos tiraremos atrás en la defensa de la propiedad privada y la empresa. No permitiremos ningún atentado contra el derecho a la propiedad por mucho que venga disfrazado de propaganda» avisó.
Además, defendió que la propiedad de la Casa Orsola «no ha llevado a cabo las prácticas manipulativas de las cuales la alcaldesa les acusa» y afirmó que han actuado dentro de la legalidad.
El presidente de Foment subrayó que los empresarios, inversores y propietarios «no son el enemigo» y que «ya basta de buscar fantasmas y enemigos externos para justificarse» y de «injerencias» en asuntos privados.
Defendió la propiedad privada y dijo que los empresarios «no pueden tolerar ataques disfrazados de paternalismo, nos encontrará delante señora Colau», afirmó, y añadió que no permitirán «ningún atentado al derecho a la propiedad».
Además, dijo que la actitud de Colau «contribuye a generar una inseguridad jurídica que afecta directamente al mercado del alquiler, provocando que los propietarios se echen atrás a la hora de sacar viviendas al mercado».
Por su parte, la abogada de los propietarios, María José Tarancón, destacó que la carta de Colau se ha sumado a las amenazas y coacciones y a la «persecución» que sufre su representado.
Por ello, aseguró que el propietario, el fondo de inversión Lioness Inversiones, del que dijo que «no es un fondo buitre», está estudiando
Sánchez Llibre advierte a Colau que «siempre estarán delante» si rompe la legalidad
denunciar a la alcaldesa.
Afirmó que en el edificio no hay inquilinos en situación de vulnerabilidad, ya que cuando se les solicitó a los vecinos que la acreditasen, no lo hicieron.
Además apuntó que el Ayuntamiento de Barcelona podría haberse quedado con la casa Orsola, si hubiese ejercido el derecho de tanteo.
Hace una semana, Colau reiteró la voluntad del Ayuntamiento de mediar una renovación «inmediata» de los contratos de alquiler del edificio conocido como Casa Orsola, ubicado en el Eixample de Barcelona. En una carta dirigida al propietario del edificio, explicó que, según las últimas informaciones, hay cinco familias que viven el edificio a las que se les acaba el contrato de alquiler «sin que se les ofrezca la posibilidad» de renovación.