Frente al judaísmo, el exilio y la sociedad del espectáculo
► Aparece esta obra original y compleja de Norman Manea, donde reflexiona sobre estos temas a través de un superviviente del Holocausto
Desde 1991, la obra de Norman Manea está entre nosotros de forma regular, lo que refleja el enorme prestigio internacional que ha ido atesorando. No en balde, le contempla una andadura de lo más interesante desde su infancia en Rumanía, cuando fue deportado junto con su familia a un campo de concentración de una zona hoy perteneciente a Ucrania por su condición judía. No extraña que a ello le haya dedicado tantas páginas; sin ir más lejos, en «La quinta imposibilidad», una serie de ensayos donde analizaba la figura del escritor como continuo «sospechoso». Él mismo lo ejemplifica al haber huido del régimen de Ceausescu –acabó instalándose en Estados Unidos en 1987–, lo que en el trabajo citado le llevaba a profundizar profundizar en el judaísmo anterior al Holocausto y la situación de la Europa del Este tras el hundimiento del comunismo. Ese tratamiento ensayístico se solapa con «La sombra exiliada» (traducción de Marian Ochoa), de manera que su prosa de ficción es una reflexión literaria e histórica. Entre sus páginas hay un poema a Paul Celan, judío como él y víctima también de los campos (sus padres murieron en uno y él acabaría suicidándose). Todo empieza con la alusión a «La maravillosa historia de Peter Schlemihl», de Adelbert von Chamisso, acerca de un hombre que vende su sombra al diablo y ha de viajar por el mundo para recobrarla.
Viaje a EE UU
Ello conduce a Manea a escribir sobre el papel del exilio y sobre cómo la cultura judía lo aborda. Mediante esta novela-collage habla de un superviviente del Holocausto y su tiempo en una dictadura comunista hasta su marcha a Norteamérica, desarrollando una amistad entre el protagonista, el Nómada Misántropo, y Günther, exiliado en Berlín y obsesionado por el genocidio judío. Todo lo cual se convierte en una crítica a nuestra sociedad del espectáculo, como, dice en la página 186, sucedió con la caída del Muro y se rompió el Telón de Acero.