Casey DeSantis, una periodista rumbo a Camelot
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VestidaVestida de dorado, con la melena peinada hacia un lado y sonriendo resplandeciente como una estrella de cine, así fue la victoria electoral de quien puede llegar a ser la próxima primera dama en Estados Unidos. La estampa, más propia de los Oscar que de unas elecciones. Y la escena, de película premiada en el certamen. Al más propio estilo hollywoodiense, los DeSantis, reelectos gobernador y primera dama de Florida salieron al escenario a celebrar, junto a una eufórica multitud, multitud, su arrollador triunfo en las elecciones de mitad de mandato, en la que se jugaban su reelección al cargo.
El matrimonio republicano se ha convertido en la gran sensación de estas decisivas elecciones legislativas que, más allá de un referéndum al actual presidente Joe Biden y a su primer ciclo político al frente de la Casa Blanca, tal y como manda la tradición, se han terminado convirtiendo en una prueba irrefutable del liderazgo del Partido Republicano. Y es que nadie se había atrevido a ponerse a la sombra de Donald Trump, hasta ahora. El aplastante resultado electoral de Ron DeSantis en su reelección por la gobernación de Florida lo ha acabado convirtiendo en el protagonista de la escena política estadounidense y, junto a su mujer, en la pareja con mayor proyección para rencauzar con opciones la carrera presidencial de EEUU. Todo apunta a que Ron va a ser la peor pesadilla de Trump, y su mujer Casey, la heredera del sofisticado legado de Melania en la Casa Blanca.
Los nuevos Kennedy
Aunque, más que como sucesores de los Trump, la sociedad estadounidense ya los compara con los Kennedy, a sabiendas de que la belleza y el glamour bien pueden compaginar con éxito una carrera política con la imagen que ellos representan: la clásica familia estadounidense de revista, con la preparación adecuada y miras de llegar a lo más alto.
Nacida en Troy, pequeña población de 25.000 habitantes situada en el estado de Ohio, al límite fronterizo con Indiana, la joven Jill Casey Black (su nombre de soltera) se graduó en la Universidad de Charleston, en Carolina del Sur, después de estudiar Ciencias Económicas y especializarse en francés.
Su carrera se dirigió, sin embargo, hacia el mundo de los medios de comunicación. Al igual que la Reina Letizia, la primera dama de Florida cuenta con un exitoso pasado a su espalda como periodista. Por su parte, DeSantis, miembro de los Veteranos de Guerras Extranjeras y de la Legión de Estados Unidos, fue teniente de la Marina y combatió en Irak en 2007. Poco después, ya de vuelta en casa, conoció a Casey en un campo de golf y se casaron, vistiendo el tradicional uniforme de marine, en 2010.
Enfermedades mentales
La pareja vivió al principio en Ponte Vedra Beach, cerca de Jacksonville, la ciudad natal del gobernador de Florida, pero poco después se trasladaron algo más hacia el sur, a Palm Coast, situada junto al mar y rodeada por un campo de golf al norte de la playa de Daytona. Al asumir el cargo como gobernador de Florida por primera vez, el 8 de enero de 2019, Ron DeSantis pasó a la historia como el estadounidense más joven hasta la fecha que lo habñia conseguido. Su compañera de vida ha lanzado estos últimos años al menos cuatro iniciativas relevantes desde su rol a nivel estatal, liderando temas relacionados con la autosuficiencia económica, los menores de edad, la familia, el deporte, las enfermedades mentales y el abuso de sustancias.
En la página oficial del Gobierno estatal de Florida, la biografía de Casey DeSantis destaca como primeras palabras: «El Gobernador y la primera dama De Santis son padres amorosos de su hija Madison (5 años), su hijo Mason (4 años) y su hija Mamie (2 años), el primer bebé nacido en la Mansión del Gobernador en más de 50 años».
Medio siglo de historia que da continuidad a nuevos episodios todavía no escritos por el matrimonio católico de raíces italianas, que ha recuperado la ilusión de los votantes más conservadores. Su motivación para ir a las urnas podría dar a los DeSantis la llave a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2024.
La imagen más presidencial de la pareja la protagonizaron junto a los Biden durante una visita oficial de la zona devastada por el paso del huracán Ian en la costa oeste de Florida, a principios de octubre. Ambos dejaron entonces sus diferencias partidistas a un lado por el bien de la población.