Una «kamikaze» se inmola en pleno corazón de Estambul
► Turquía señala a una mujer como la autora del atentado que deja, al menos, seis muertos y decenas de heridos
Un gran estallido en una de las principales avenidas comerciales de Estambul mató ayer a seis personas e hirió a más de ochenta. Lo que pintaba como una plácida tarde dominical en la popular avenida Istiklal, se convirtió repentinamente en un escenario de pánico y destrucción. Un potente estruendo, acompañado de una llamarada, sorprendió a los centenares de peatones presentes, que empezaron a correr aturdidos en todas direcciones.
Sirenas de vehículos policiales y ambulancias se combinaron con los gritos y llantos de los presentes, en un suceso que fue rápidamente catalogado como un atentado terrorista. El estallido se produjo a las 4:20 de la tarde, en una de las principales arterias comerciales que desembocan en la plaza Taksim. Tras la psicosis desatada, todos los comercios de la zona bajaron las persianas. A esa hora, la calle estaba abarrotada de lugareños y turistas.
«Cuando escuché la explosión me quedé petrificado. La gente se quedó congelada, mirándonos unos a otros. Luego, empezamos a correr, era lo único que pudimos hacer», explicó a Reuters Mehmet Akus, trabajador de un restaurante de la zona. Instantes después del estallido, la maquinaria de emergencia se activó, con el traslado de sangre a hospitales cercanos, y la llegada de investigadores para recabar pruebas sobre el terreno.
En un video difundido en redes sociales, se vio a transeúntes tratando de socorrer a los heridos tendidos en el suelo frente a una tienda de Mango, mientras esperaban la llegada de las ambulancias. Desde el cielo rugía el estruendo de los helicópteros, mientras los agentes se apresuraban en acordonar la avenida. Antes de partir al foro del G20 en Indonesia, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan confirmó que el estallido fue causado por una bomba. Lo catalogó de «ataque traicionero» con «olor a terror», y prometió que los responsables serán castigados. Cuando todavía se trataban de aclarar los detalles de lo ocurrido, el mandatario mandatario afirmó que «los esfuerzos para derrotar al pueblo turco mediante el terrorismo fracasarán hoy, tal como ocurrió en el pasado y ocurrirá en el futuro».
Más tarde, el vicepresidente turco Fuat Oktay aseguró que «una mujer» estaría detrás del atentado en Estambul. «Consideramos que se trata de un atentado terrorista debido a la detonación de una bomba por parte de un asaltante que se cree que es una mujer, según las primeras informaciones», declaró Oktay
Tras años de relativa calma en las calles de las principales ciudades turcas, el atentado rememoró los ataques sangrientos ocurridos en las zonas más turísticas de Estambul o Ankara años atrás. Entonces, los responsables de los atentados fueron integrantes del Estado Islámico (ISIS), que en sus años de esplendor tenía el fortín en la vecina Siria; y militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), guerrilla kurda que reanudó los ataques en territorio turco tras el colapso de las conversaciones de paz. Entre 2015 y 2017 murieron más de 500 personas en la oleada de atentados.
Posteriormente, Turquía lanzó operaciones en el norte de Siria para reforzar el control militar en la frontera –en regiones de mayoría kurda-, y aumentó el despliegue de fuerzas de seguridad en las principales urbes del país. De este modo, se logró contener la sangría. Ante las restricciones impuestas a militantes kurdos en países europeos como Suecia, analistas locales especularon con que podría tratarse de una venganza perpetrada por el PKK. Al cierre de esta edición, ningún grupo reivindicó la autoría del ataque.
Dos de los ataques más mortíferos ocurrieron en diciembre de 2016, cuando 38 personas murieron y 155 resultaron heridas en un doble ataque bomba en un estadio de Estambul; y otro en un popular club nocturno de la misma ciudad en enero de 2017, que se cobró 39 vidas y decenas de heridos. Murat Aslan, analista de seguridad turco, explicó a Al Jazeera que la explosión ocurrió en un lugar con especial densidad de peatones, y con máximas precauciones de seguridad. «La policía suele estar en máxima alerta. Si un sospechoso lleva una bolsa, suele ser registrado, pero no se puede parar a todo el mundo para chequeos», comentó. La zona está repleta de cámaras de seguridad, por lo que es probable que la policía pueda identificar al o los responsables. Países de todo el mundo mandaron ayer sus condolencias.