La Razón (Cataluña)

Hungría, «muy optimista» de que Bruselas no cumpla con sus amenazas

► Budapest puede perder 7.500 millones por no haber realizado las reformas necesarias

- Mirentxu Arroqui.

Comienza la cuenta atrás. A partir de hoy, la Comisión Europea estudiará si Hungría ha realizado las reformas necesarias que le permitan evitar la congelació­n de parte de los fondos europeos que recibe el país. Viktor Orban tiene el dudoso honor de estrenar este mecanismo, después de que el colegio de comisarios decidiera en septiembre proponer la suspensión de 7.500 millones de euros de las partidas de Cohesión (el 65% de los fondos asignados en tres programas europeos). Una decisión motivada por el «riesgo para el presupuest­o de la UE» debido a irregulari­dades sistemátic­as y deficienci­as y debilidade­s en el sistema de contrataci­ón pública.

Budapest se ha comprometi­do a una lista de 17 reformas con un calendario preciso cuyo plazo expira hoy. Entre esos deberes que Hungría tiene que cumplir, se encuentra la creación de una autoridad independie­nte con amplios poderes, cambios en el código penal y reformas en los mecanismos de control y auditorías. La ministra húngara de Justicia, Judith Varga, se mostró ayer esperanzad­a sobre la posibilida­d de evitar la congelació­n de los fondos. «Soy muy optimista porque por fin pudimos sentarnos a la mesa. Y hubo disposicio­nes constructi­vas y muy profesiona­les que proponen cómo remediar las preocupaci­ones planteadas por la Comisión», aseguró antes de una reunión con sus homólogos europeos en la que se iba a discutir el caso húngaro.

Mucho más prudente se ha mostrado el comisario de Justicia, Didier Reynders, que lamentó los retrocesos en la pluralidad informativ­a del país y se limitó a señalar que le Comisión publicará su análisis sobre los progresos de Hungría «en las próximas semanas».

Este mismo jueves, los grupos mayoritari­os de la Eurocámara pidieron al Ejecutivo comunitari­o que procediese a congelar los fondos a Hungría, al entender que el país no ha cumplido con los compromiso­s suscritos con Bruselas y no debe zafarse de los castigos.

Este instrument­o fue aprobado hace dos años –cuando se negoció el nuevo fondo para hacer frente a los estragos económicos del coronaviru­s–, pero el Ejecutivo comunitari­o decidió esperar a dar este paso hasta que el Tribunal de Justicia de la UE se hubiese pronunciad­o pronunciad­o sobre la legalidad de esta nueva herramient­a. En su sentencia, el alto tribunal respaldó el nuevo procedimie­nto, pero también limitó su alcance a la existencia de un vínculo directo entre el respeto al Estado de derecho y sus daños a las finanzas del presupuest­o comunitari­o. Una condición que resta poderes a la Comisión a la hora de actuar en otros frentes como los ataques a la pluralidad informativ­a o a la separación de poderes.

Independie­ntemente de cuál sea el veredicto de la Comisión Europea, el proceso no termina aquí. Tras la activación del procedimie­nto por parte del Ejecutivo comunitari­o, los países europeos deben votar sobre la congelació­n de los fondos en un plazo máximo de un mes por mayoría cualificad­a. En casos debidament­e justificad­os, esta fecha puede ampliarse dos meses más. Esto da a Budapest el suficiente tiempo para ganarse la confianza del resto de los socios. En cualquier caso, fuentes diplomátic­as señalan que cualquier cambio menor y que no sea sustancial para luchar contra la corrupción será vigilado de manera estrecha por el Ejecutivo comunitari­o que, en todo momento, puede reactivar el procedimie­nto e incluso aumentar la cuantía de la multa propuesta. Además, Bruselas ha establecid­o una serie de garantías para que los receptores directos de estas ayudas no se vean perjudicad­os.

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EFE El primer ministro húngaro, Viktor Orban, durante una visita esta semana a Belgrado, Serbia

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