Fuga masiva de empleados en Twitter por negarse a trabajar más horas
► La empresa ha cerrado sus oficinas hasta el lunes por miedo a que algunos trabajadores saboteen la red social
Dimisión en masa en Twitter. Cientos empleados de la red social han abandonado la compañía después del ultimátum lanzado por su nuevo propietario, Elon Musk, que les instaba a trabajar duro o a dejar la firma. El magnate compró la compañía en octubre por 44.000 millones de dólares y desde su llegada despidió a la mitad de los alrededor de 7.500 empleados que tenía la empresa. Ahora a la oleada de despidos se suma un alud de dimisiones.
Ante esta intensa renuncia, Twitter ha cerrado sus oficinas hasta el próximo lunes 21 de noviembre por miedo a que algunos trabajadores «pudieran sabotear la red social». Además del cierre de sus sedes, Twitter ha cerrado el acceso a las herramientas de comunicación interna y a los dispositivos de la compañía en manos de los trabajadores, tal y como hizo hace unas semanas al despedir al 50% de la plantilla.
La fuga tiene lugar después de que el multimillonario Elon Musk les diera un ultimátum para que se comprometieran a trabajar de manera «extremadamente dura» en la empresa o se fueran. El plazo máximo para tomar una decisión eran las 17:00 horas (hora local) del jueves. A esa hora, centenares de trabajadores se despidieron a través de las herramientas de comunicación interna de Twitter, aceptando la oferta de Musk de recibir tres meses de sueldo si optaban por dejar su puesto.
Al margen de los propios empleados en las redes, medios estadounidenses como «The New York Times» confirmaron el abandono masivo y que la propia empresa está tratando de convencer a algunos de ellos para que no se marchen. Según la información del Times, el propio Musk y sus asesores más cercanos están reuniéndose con empleados a quienes consideran fundamentales y pidiéndoles que no se marchen. Mientras se celebraba una reunión en la sede de Twitter en San Francisco, activistas proyectaron en la fachada del edificio varios insultos contra el hombre más rico del mundo, entre lo que se encuentran «dictador lameculos, mezquino racista o parásito supremo».
Musk también comunicó a los empleados que la empresa va a estar a partir de ahora más enfocada hacia la ingeniería y que los programadores constituirán la mayor parte de la plantilla y tendrán la mayor influencia. Sin embargo, esta semana el multimillonario también ha despedido a varios ingenieros que cuestionaron su gestión de Twitter.
En respuesta a las salidas generalizadas, Musk tuiteó que «las mejores personas se quedan» y que no estaba muy preocupado. El magnate también cuestionó que varios senadores estadounidenses hayan pedido a la Comisión Federal de Comercio investigar a Twitter, todo ello con una foto de un par de rinocerontes apareándose. Pero junto a las bromas, Musk también tuvo tiempo para el triunfalismo: aseguró en otro tuit que la red «ha conseguido un nuevo máximo histórico de tráfico». Ante el caótico desembarco de Musk en la compañía, el Gobierno de España contempla salir de la red social si deja de garantizar la veracidad de la información.