¿Era posible la justicia en la Francia ocupada por los nazis?
► Se publica la primera y excelente novela de Romain Slocombe sobre un policía que tiene que investigar un crímen en medio del terror nazi
es el primer título de un quinteto de novelas policíacas que Romain Slocombe ha escrito sobre el comisario Léon Sadorski. Debido a su densidad informativa, más que un relato policíaco es una novela histórica sobre el periodo de la ocupación nazi de París y la Francia de Vichy. El primer título comienza en el año 1942 y finaliza el último con la liberación de París en 1944. En este abrumador relato documental se mueve un personaje patético, antisemita, anticomunista y de una abyección tal que en nada ha de envidiar a sus homólogos de la Gestapo y de las SS alemanas.
Pero es de tal envergadura el maltrato que le propinan los nazis, en connivencia con la mafia, que, pese a su maldad, acaba por convertirse en un antihéroe digno de compasión. El problema del policía Léon Sadorski, baqueteado por esos años de terror y arbitrariedad nazi, no reside en su abyección, abyección, sino en sus flaquezas como ser humano. Esa debilidad lo humaniza. Lo prueba su empecinamiento en resolver un caso de asesinato pese a la obediencia ciega y la sumisión burocrática que lo caracterizan. La serie de Sadorski sigue la estela del «noir totaliEste tario» de «Hijos de la Stasi» (2017), de David Young, y «El niño 44» (2016), de Tom Rob Smith, donde Leo Demidov sufre la misma violencia que inflige a los demás. En los «paraísos» totalitarios la corrupción general impide investigar cualquier asesinato. Si todos son culpables, ¿de qué sirve saber la verdad si tampoco hay justicia? Tesis que confirma Slocombe en esta magnífica novela.
▲ Lo mejor
La muy apreciable excelencia literaria que derrocha en esta novela Slocombe
▼ Lo peor
A veces abruma la cantidad de documentación histórica que aporta el autor