Djokovic afila el colmillo
► El serbio conquistó su sexto Torneo de Maestros al imponerse en la final a Casper Ruud por 7-5 y 6-3
Novak Djokovic no es el número uno del mundo, pero sí es el campeón del Torneo de Maestros. El serbio ganó su sexto título en las Nitto ATP Finals, con lo que iguala el número de triunfos de Roger Federer y no tiene ninguna pinta de que vaya a ser el último. En su octava final, siete años después de su última victoria, Nole derrotó a Casper Ruud por 7-5 y 6-3 en 93 minutos. Además del trofeo, el serbio se llevó el premio más elevado de la historia del tenis: 4.750.000 dólares por acabar el torneo invicto. El noruego cierra un curso sobresaliente en el que ha irrumpido de pleno derecho en la élite. Finalista en Roland
Garros, en el Abierto de Estados Unidos y en el Torneo de Maestros. Solo Nadal, Alcaraz y Djokovic pudieron frenarle en tres de las grandes citas del curso. El serbio termina 2022 como número cinco del mundo y con un aviso claro para lo que se avecina el año que viene. Nole quiere guerra en 2023 y la primera cita es en sus dominios, en Australia.
Observando durante un buen tramo del partido los gestos en pista de Novak Djokovic cuesta explicar que el serbio haya sido campeón invicto de las Nitto ATP Finals, del Torneo de Maestros de toda la vida. No eran los gestos que mostró durante la carnicería con Medvedev, pero no estuvo lejos. Bufidos, resoplidos de agobio, ojos fuera de las órbitas, parado en medio de la pista apoyándose sobre la raqueta, se llevaba las manos a las sienes como si una migraña letal le asaltara... pues así empezó ante Ruud mientras el noruego estaba a lo suyo. A los gestos inquietantes de Nole, el nórdico respondía con un tenis sin fisuras hasta que el de Belgrado decidió olvidarse de los gestos y se centró en su tenis. Casualmente fue a partir del décimo juego, cuando el partido empezaba a ponerse caliente.
Había desaprovechado dos bolas de break en el segundo juego, pero cuando el set se encaminaba hacia el desempate sacó los colmillos e hizo presa en Ruud. La búsqueda del revés del noruego se convirtió en una obsesión y en el duodécimo juego se hartó de mandar derechas a la zona del revés de Casper. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... así se encontró con la tercera bola de break, la primera de set. Más madera al revés de Ruud y apareció la grieta. El nórdico no controló la bola en uno cruzado a dos manos y en menos de una hora Djokovic ya estaba por delante.
Solventado el primer capítulo, el serbio vio pista libre para despegar. A Ruud cada punto se le hizo un ochomil. Nole se puso en modo robótico y de esa forma resulta un jugador inabordable. Casper no encontraba forma de hacer ni cosquillas al saque del serbio. Con su servicio solventó el partido con la fiabilidad habitual. Lo hizo con un saque directo cuando Ruud, fiel a su espíritu guerrillero, todavía tenía más ganas de combate.
Djokovic se convierte en el campeón de las Nitto ATP Finals más veterano de la historia con 35 años y seis meses. Termina el año con el impulso que buscaba para afrontar con garantías el asalto en algo menos de dos meses al Abierto de Australia. La amenaza del Grand Slam número 22, los mismos que Rafa, está un poco más cerca.
La resolución de las Nitto ATP Finals es el anuncio de un arranque de 2023 apasionante
Se ha proclamado campeón invicto y eso es una recompensa de 4.750.000 dólares