Wojciechowski, Benítez y Planas
LaLa burocracia está ahogando al campo español, y también al resto del sector agrario de la Unión Europea. Lo pusieron de manifiesto ayer los varios centenares de afiliados a ASAJA, que se concentraron (era ni más ni menos que eso, una concentración, no una manifestación) ante la sede de la Representación de la Comisión Europea en Madrid, dirigida por María Ángeles Benítez, ejemplo de euro-burócrata de larga trayectoria (desde 1986 viviendo a costa de nuestros impuestos), de sueldo más que abultado y que se beneficiará de una pensión más que generosa cuando se jubile. Alejada de la realidad, como otros muchos de sus colegas, no invitó a participar como ponentes a los representantes de las organizaciones agrarias en el programa inicial de una jornada sobre agricultura sostenible que se organizó ayer bajo su dirección.
Las críticas de los concentrados iban conacusaron tra el comisario de Agricultura, contra la Comisión Europea y contra Benítez por la nueva PAC que presentaron en Bruselas y por lo que desde ASAJA califican de ninguneo. Tampoco se libró de los reproches el ministro de Agricultura español, Luis Planas, otro burócrata (en unos casos en Bruselas y en otros en Madrid) alejado de la realidad del campo, como se pone de manifiesto, un día sí y otro también, a medida que se van conociendo detalles del Plan Estratégico de la PAC, impuesto por él.
Algunos de los manifestantes llevaban sus caras tapadas con máscaras que representaban el rostro de Planas y lanzaron gritos contra su gestión en este asunto. También al ministro de no defender al campo español, ni en Bruselas, ni aquí, ante el resto del Gobierno. Los ataques de Teresa Ribera, Alberto Garzón o Yolanda Díaz a los intereses agrarios han sido una constante, mientras Planas ha practicado lo que es habitual en él: ponerse de perfil y esperar a que el problema se resuelva por sí solo.
La nueva PAC, que entrará en vigor en teoría el 1 de enero de 2023, el Plan Estratégico de Planas y los llamados eco-regímenes suponen más burocracia administrativa y más burocracia agrícola y ganadera, en muchos casos sin ton ni son. En resumen: el campo está rodeado por los burócratas como Wojciechowski, Benítez y Planas.