Vuelta a clase sin la bandera española que les costó la expulsión
► Los alumnos se reincorporan al centro a la espera del resultado de la investigación interna
El colegio La Salle de Palma de Mallorca intentó ayer recuperar la normalidad tras la expulsión de toda una clase el pasado viernes por colgar una bandera española en el aula para apoyar a la Selección en el Mundial de Qatar. Tanto los alumnos como la profesora de catalán que se negó a impartir la asignatura si no se retiraba la enseña nacional se reincorporaron ayer al centro, según confirmaron las fuentes consultadas por LA RAZÓN.
«El centro había retirado la bandera–señala n esas mismas fuentes–. Cuando los chicos han entrado en clase no estaba ». La dirección del colegio aplica así la decisión acordada por el claustro de profesores, que estipuló que solo se permitiese exhibir banderas de apoyo a la selección en los días de partido. Este fue precisamente el acuerdo que esgrimió la docente de Lengua Catalana para instar a los alumnos (a quienes previamente su tutor había autorizado a poner la bandera en clase) a retirar la enseña nacional. Tras el incidente, se suspendieron las dos horas lectivas que restaban de la jornada laboral.
La reincorporación de los alumnos de 1º B de Bachillerato a las aulas se produce después de que el pasado sábado la dirección del colegio comunicase a las familias su decisión de abrir una investigación interna «conocer la verdad sobre lo ocurrido», mostrándose dispuesta a escuchar «las voces de todas las personas que vivieron los hechos».
Después de trascender lo ocurrido el viernes en el colegio La Salle de Palma, la profesora afectada recibió amenazas y los padres denunciaron insultos a sus hijos y sus familias en redes sociales, tal y como informó este periódico. La propia presidenta balear, la socialista Francina Armengol, salió en defensa de la docente y calificó de «intolerable» que esté recibiendo amenazas de «la ultraderecha».
Tras el incidente, la dirección del centro respaldó la actuación de la profesora ante lo que considera un acto de “«insubordinación deliberada» negándose a obedecer las indicaciones de una profesora «que estaba cumpliendo con las normas de convivencia del centro y seguía las órdenes del equipo directivo». El director técnico de Secundaria aseguró en un comunicado que los alumnos habían «coaccionado a una compañera» que sí intentó obedecer a la profesora y que cuando esta abandonó el aula para consultar con el equipo directivo «la mejor manera de gestionar el asunto», fue «vitoreada y aplaudida con sorna por la mayoría de los alumnos».
Según recalcó el responsable de Secundaria, el respeto a los docentes es una obligación «que deben cumplir todos los alumnos» y defendió que no se puede impartir clase «a un grupo de alumnos que no quiere acatar las normas de convivencia». Para La Salle de Palma, «las faltas de respeto a cualquier miembro de la comunidad educativa» es una «línea roja que no podemos permitir traspasar».
Sin embargo, los padres de los alumnos consideran que el centro se precipitó al expulsarlos sin escuchar la versión de los estudiantes y se quejan de que no fueron informados en ningún momento de lo que ocurría. De hecho, han denunciado lo sucedido ante el servicio de Inspección de la Consejería balear de Educación. PP y Cs ya han reclamado al Gobierno de Armengol que esclarezca el incidente.
En esa denuncia, las familias aseguran que antes de colgar la bandera de España sus hijos pidieron permiso a su tutor, «que accedió sin problemas». Pero tras manifestar su «malestar» varios profesores, el claustro cambió de criterio. Y reprochan a los profesores que «intenten politizar una situación tan sana como la de apoyar a la Selección».
La profesora que se negó a dar clase también retoma su actividad docente en La Salle de Palma