España saca músculo en investigación en cáncer
► Mejora en la financiación y está a la cabeza mundial de publicaciones, pero persiste la brecha de género
A nivel europeo, España avanza hacia convertirse en un país muy competitivo en investigación en cáncer; sin embargo, todavía hay muchos retos que superar, como acabar con la brecha de género. Así queda de manifiesto en la segunda edición del informe «Comprometidos con la investigación en cáncer», promovido por la Fundación «la Caixa» y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con el objetivo de analizar la evolución del sistema español de investigación e innovación oncológica en el periodo 2016-2020.
Dicho informe analiza la situación de nuestro país desde cinco dimensiones: la financiación de la investigación en cáncer, la excelencia y la competitividad, el portfolio español, la investigación clínica y el talento investigador.
En lo que respecta a la financiación de la investigación en cáncer, el informe subraya que ha experimentado un aumento en los últimos años. La financiación por parte de las entidades filantrópicas es la que más aumentó entre 2015 y 2020, hasta alcanzar los 140 millones de euros (126,5% de variación entre 2015-2017 y 20182020). La financiación pública nacional, que le ha dedicado 347 millones de euros en los 5 últimos años, ha presentado un ligero aumento en el periodo 2018-2020. Por su parte, la captación de fondos europeos se ha recuperado en 2019 y 2020, con valores cercanos a los del año 2017. Entre 2015 y 2020, los fondos europeos supusieron un aporte de 205 millones a este ámbito. Según el informe, España se ha consolidado con el tiempo como uno de los países más competitivos en atracción de fondos europeos para investigación en oncología, tanto en número de proyectos como en importe financiado (por número de habitantes).
En cuanto a la excelencia, el informe señala que España se ha consolidado como uno de los países más competitivos en atracción de fondos europeos en este ámbito, demostrando gran capacidad de liderazgo en el programa H2020. Además, el crecimiento de la producción bibliométrica de nuestros investigadores sigue siendo de las más destacadas (a pesar de ser menos acentuada que de 2010 a 2016) y el sistema español ha mantenido su impacto científico. España mantiene su posición en el Top 10 de países que más publican en cáncer, además de un creciente nivel de especialización (desde 2016, el 4% de toda la investigación en España está relacionada con el cáncer).
El estudio desvela que se presta una mayor dedicación al cáncer colorrectal, de pulmón, de mama, melanoma y cánceres no sólidos. En aquellos cánceres con supervivencias más bajas, el impulso de la investigación traslacional y clínica está por debajo de las necesidades de los pacientes. Los cánceres de pulmón, páncreas, hígado, estómago y esófago son los cinco tipos de cáncer que representan el 38,3% de la mortalidad anual por cáncer en nuestro país, pero solo cuentan con el 17,7% de toda la financiación pública y con el 21,8% de todos los ensayos clínicos llevados a cabo en España.
Según el estudio, el sistema sanitario sanitario español sigue creciendo activamente en investigación clínica. Aunque el crecimiento en volumen de ensayos fue más sustancial entre 2010 y 2016, hemos crecido en los últimos 5 años más que cualquiera de los otros países analizados (>35% en 2015-2019, comparado con 2010-2014). Con todo, seguimos por detrás de Países Bajos y Francia en ensayos clínicos por habitante. España presenta una clara prevalencia de ensayos de patrocinio privado (y su influencia en el tipo de intervención y fases); asimismo, y directamente relacionado con el desarrollo del sistema español en la última década, su prevalencia empieza a disminuir y hay una tendencia a la diversificación del tipo de intervenciones y a fases más iniciales.
El trabajo también pone de manifiesto la dificultad en la consolidación y renovación del liderazgo científico. Según contempla, en los últimos cuatro años, no ha habido mejora significativa del liderazgo femenino ni de la entrada de jóvenes que lideren proyectos. En este sentido, el español es un sistema «envejecido» –con una media de edad en torno a los 50 años– donde resulta difícil consolidar el talento investigador. «La dificultad de consolidación del talento pone en peligro la sostenibilidad de la investigación», indicó Isabel Orbe, directora general de la Fundación Científica de la AECC. Y lamentó que la investigación de calidad no esté alineada con las necesidades clínicas: «Nuestros investigadores siguen haciendo más con menos».
El cáncer de páncreas, pese a tener una mortalidad significativa, recibe menos fondos