Tampoco ellas se libran
Era casi inevitable que tras el éxito de la primera película, y, encima, en plena pandemia, «A todo tren» tuviera su correspondiente secuela, aunque esta vez Segura haya cedido casi todo el peso que poseía en la primera (aunque haya escrito y produzca la presente cinta) a tres mujeres; así, tras la cámara se encuentra Inés de León, y las protagonistas son ahora dos «Paz», Vega y Padilla. Porque, salir, Segura solo aparece unos minutos al principio y en el final. Ha pasado un tiempo desde que Ricardo (el propio «Torrente») y Felipe (Leo
Harlem) fallaron cuando intentaban llevar a un grupo de niños hasta un campamento en Asturias, al quedarse ambos adultos fuera del ferrocarril. En
Lo mejor
►Hay «gags» divertidos, como cuando los ancianos parecen zombies de «The Walking Dead»
Lo peor
►A los muchos fans de Segura verlo solo unos minutos en el filme les defraudará un poco
esta ocasión, Clara (Vega), que desconfía de su pareja, decide llevarlos personalmente con ayuda de su amiga Susana (una desmelenada Padilla). Pero, por cosas que pasan, tampoco ellas se libran de «la maldición», con lo que los menores parten de nuevo solos, lo que las dos señoras intentan evitar saltándose todas las leyes que se les pongan por delante. Hay «gags» divertidos (los ancianos que durante un viaje del Imserso recuerdan a los zombis de «The Walking Dead»), un cameo simpático (el del turco Kerem Bürsin, conocido por la serie «Love is in the air») y mucho desmadre. Pero me apuesto una caja de polvorones a que Segura lo consigue otra vez. Aunque no le veamos casi el pelo...