La discontinuidad fascista
► El libro analiza las características de la extrema derecha posfascista y populista hasta la actualidad
El fascismo, sobre todo como concepto, se ha instalado definitivamente en el lenguaje de la política actual como una manera de nombrar la emergencia de los partidos de ultraderecha y, también, también, como un modo de desprestigiar al adversario político, incluso si este es un proselitista de la democracia liberal. El fascismo, en cualquier caso, forma parte de la verba política de cada día aunque no se sabe muy bien, en realidad, de qué hablamos cuando hablamos de fascismo.
Para responder a esa pregunta, los catedráticos Javier Rodrigo y Maximiliano Fuentes desmenuzan concienzudamente en este
libro, «Ellos, los fascistas», el significado político del término a través de un análisis pormenorizado de la historia del siglo XX y de cómo y por qué dicho término perdura en el discurso político del XXI.
Como señalan los autores, lo que hacen primero es analizar las formas del fascismo histórico para, después, profundizar en las formas de la extrema derecha posfascista y populista hasta llegar a nuestros días. Así, desde una perspectiva amplia, lo que se proponen es indagar en las nuevas narrativas que estructuran el debate político contemporáneo para ver si la revitalización de «los
fenómenos políticos nacionalistas y xenófobos se corresponde realmente con el contexto originario en el que tenía sentido usar el término fascista. Con ello trazamos las líneas de continuidad, las discontinuidades, pero, sobre todo, los elementos capitales para la aparición de alternativas y utopías políticas extremas, colocando por encima de todos a la agencia política de las sociedades en las que se desarrollaron.
En un clima de crispación y polarización como el que vivimos actualmente, se trata de un ensayo esclarecedor, pues proporciona al lector herramientas posibles para analizar el mundo político
presente y conocer, de paso, los motivos por los cuales un fenómeno como el fascismo ha ocupado a historiadores, sociólogos, politólogos e intelectuales durante los últimos veinte años.
Un libro, como se suele decir, absolutamente necesario, pues traza las coordenadas de un escenario futuro mundial que siempre, sin embargo, resulta incierto. Aunque, en el caso de España, cabe la pregunta, que se hacen los propios autores, de si a pesar «de sus orígenes bélicos y sus transformaciones a lo largo del tiempo, de las diferencias evidentes, tan claras como sus similitudes no menos evidentes con regímenes como los de Alemania o Italia», podemos hablar de fascismo. La respuesta, en todo caso, está en las reveladoras páginas de este libro.