Cocina catalana actualizada, de producto y muy elaborada
► La Bendita apuesta por una gastronomía basada en platillos, tapas y arroces, que se sirven en raciones individuales
LaLa pandemia fue probablemente el catalizador, o tal vez se trató de un paso natural en la carrera de un chef creativo, amante de la cocina y emprendedor, pero el coronavirus impulsó la desvinculación de Gonzalo Rivière del Grupo San Telmo, donde ejercía de chef ejecutivo, para emprender un proyecto en solitario, para liderar su propio restaurante, que finalmente abrió sus puertas el pasado 15 de octubre con el nombre de ‘La Bendita.’
«Hace 20 años que empecé con esto de la cocina y tenía muy claro lo que quería hacer: un restaurante de tapas, platillos y arroces, con un envoltorio bonito y un tiquet medio muy competitivo», explica el propietario, quien apostó por un local ubicado en la zona menos turística de los aledaños a la Sagrada Familia como escenario de su proyecto, ya que «ahí hay mucho barrio, mucho cliente local, que podemos complementar con algo de turismo».
En la Bendita es fácilmente reconocible el sello inconfundible de la cocina de Gonzalo Rivière, que se define por su apuesta por el producto ecológico, de cercanía, adquirido directamente al proveedor y su estilo sencillo, apto para todos los públicos y paladares, con mucha elaboración en cocina , pero sin artificios innecesarios. «Como en mis dos anteriores restaurantes, Els Garrofers y Zero Patatero, en éste también doy mucha importancia al producto, pero ya no es esa apuesta tan radical por el concepto de Slow Food de kilómetro cero», comenta el chef, quien además apunta que «si bien, en La Bendita, la cocina es también muy elaborada, en este caso no se trata de un concepto tan gastronómico».
En definitiva, la nueva apuesta de Rivière se concreta en una oferta basada en tapas, platillos y arroces que giran en torno a «la cocina catalana, pero no estrictamente tradicional, sino que siempre damos un giro de tuerca a todas nuestras propuestas, aunque sin ninguna pretensión», indica el propietario, quien, a modo de ejemplo, cita «el plato de ternera guisada al vermut, que al final no deja de ser el clásico fricandó de toda la vida, pero actualizado». «Se trata de cosas reconocibles, pero con un valor añadido, como la zanahoria asada, con mató, anchoa y aliño», añade para a continuación sentenciar que «es pura cocina».
Pero más allá de lo referente estrictamente a su estilo gastronómico, la propuesta de La Bendita se caracteriza por su decidida apuesta por fomentar el compartir, de manera que todos los platos son en tamaño platillo o tapa e incluso los arroces se sirven en raciones individuales.
Además, al margen de la carta, entre semana el comensal puede disfrutar de una fórmula de mediodía, que consta de un plato principal, uno o dos acompañamientos, postre y bebida por 12.50 euros o 14,50 euros en función del número de acompañamientos. «El cliente puede elegir entre seis platos principales que cambian cada semana, unos ocho acompañamientos que varían con menos frecuencia y tres postres, que también son de elaboración casera», dice Rivière. Por último, los fines de semana siempre hay un par de sugerencias.
«Se trata de cosas reconocibles, pero con un valor añadido. Es pura cocina»