Fotografía experimental: lo que el ojo no ve
► En colaboración con el Centro Pompidou, CaixaForum acoge la estimulante muestra «Visiones expandidas»
EntrarEntrar en un museo es parecido a pisar una iglesia: se diluye el ruido del mundo con el burbujeo de un paracetamol y tu cuerpo, en salvaje ejercicio ritualístico, se predispone a entrar en contacto con el aspecto más sensitivo del arte nada más atravesar la puerta que separa la prisa de la contemplación. Ocurre con los centros expositivos en general y el centro cultural de la Fundación la Caixa no constituye, en ningún caso, una excepción. En mitad de la oscuridad sorda y gélida que invade las esquinas de uno de los seis espacios que articulan la nueva exposición del CaixaForum decorado con el título «La visión a prueba», sobresale una instalación de grandes dimensiones con una estructura circular metálica iluminada centralmente desde arriba.
Alteraciones y juego
La sensación generada cuando uno se introduce dentro de esta impresión fotográfica circular continua de 22 metros de largo, estampada en gelatina de plata y colgada a su vez de una delgada estructura de metal, es bastante similar a la que tuvo su creador, el artista y profesor de medios digitales Jeff Guess, cuando gestó el diseño de la obra: estar dentro de la boca de alguien, asistir a la ruptura del concepto de cámara oscura.
En palabras del artista, que produjo los negativos que ilustran la lona colocando un trozo de película de 35 mm en el interior de su boca, exponiéndola a la luz y usando los propios labios como apertura (simulando así la técnica de una cámara estenopeica) en un intento de explorar los límites de la fotografía, «una vez dentro, te encuentras 24 imágenes diferentes que me representan a mí tocando o sosteniendo objetos domésticos –una máquina de escribir, un zapato, una silla...etc.– y están impresas de modo que la mano aparece a tamaño real de modo que sus dimensiones pictóricas están determinadas por la distancia literal entre mano y boca. Al fotografiarse mi cuerpo a sí mismo, al convertirse en una máquina generadora de imágenes, se establece un extraño bucle», reconocía el también poeta en una entrevista con Florian Ebner, responsable del departamento de fotografía del Centro Pompidou. El CaixaForum ha colaborado estrechamente estrechamente con esta prestigiosa institución francesa para llevar a cabo la muestra «Visiones expandidas. Fotografía y experimentación», comisariada por Julie Jones, que podrá visitarse hasta el 26 de marzo.
Compuesta por seis ámbitos temáticos diferentes («Luz», «Movimiento», «Alteraciones», «Recrear mundos», «La visión a prueba» y «Anatomías»), la muestra propone un diálogo estratégicamente dinámico entre la experimentación fotográfica de comienzos del siglo XX a través de las obras de artistas más clásicos como Man Ray y sus imágenes oníricas en constante movimiento y contacto con vibraciones lumínicas como reflejo de un mundo que se encontraba en plena transformación industrial, André Breton, William Klein, Barbara Morgan, Franco Grignani, Nathan Lerner o Roger Parry, y las técnicas de distorsión, cambios de manipulación química y locuras de abstracción actuales con las que juegan y exploran voces más recientes como las de Olafur Elliasson, cuyas prácticas artísticas deben mucho al método científico y al estudio pormenorizado del movimiento como demuestran los 16 fotograbados titulados «Pedestrian Vibes Study» en los que el artista islandodanés se equipa con bombillas led y se desplaza rítmicamente por una estancia sumida en la oscuridad mientras la cámara fotográfica capta sus movimientos gracias a un tiempo de exposición prolongado o Noémie Goudal, fotógrafa francesa que se apropia de los dispositivos ópticos antiguos para replantear los conceptos de escala y perspectiva tal y como se puede observar en su fantástica imagen «Levantamiento VI», que se impone en mitad del quinto escenario de la exhibición titulado «Recrear mundos» y propone una suerte de trampantojo mediante una fotografía de gran tamaño en la que se observa un peñasco al que ha colocado diferentes espejos orientados de manera particular para convertir al espectador en testigo involuntario de la fabricación de la imagen. Fotomontajes, collages, innovaciones formales, procesos arriesgados de experimentación tecnológica y puntos de vista radicales capaces de generar una nueva gramática visual conversan en una muestra que incita a la reflexión inmediata sobre lo que distingue el pulso de la técnica, la creatividad del proceso. En definitiva, el arte del artificio.
«Al fotografiarse mi
cuerpo a sí mismo, se
establece un extraño
bucle», afirmaba el
artista Jeff Guess