El torneo más diverso
El fútbol es más global y todos los países compiten, aunque no tengan talento. Suramérica ha perdido peso y lo ha ganado Asia
Cuando Camerún ganó a Brasil, en una victoria que de nada le valía, lo celebró a lo grande. Tanto que Aboubakar metió el gol y lo festejó quitándose la camiseta de la emoción, aunque eso supuso su expulsión. Daba igual. Era la primera vez que una selección africana vencía a la selección más grande del fútbol, la que más mundiales tiene y una de las grandes favoritas para llevarse este. No era una victoria más, era un paso adelante más. O eso se quiere pensar.
Desde hace años se viene diciendo que las selecciones africanas reinarán en el mundo, pero suena más a un mensaje falso, casi complaciente, que a una realidad, porque ese punto nunca termina de llegar. Y tampoco se sabe si vendrá. La victoria contra Brasil puede verse como un avance en esa dirección.
África ha metido dos equipos: Marruecos y Senegal, que son dos más de los que llegaron a octavos hace cuatro años. En 2014 estuvieron Nigeria y Argelia mientras que en 2010 solo Ghana. Va cambiando el nombre de los equipos africanos que pasan la fase de grupos, pero no termina de ser constante la clasificación de más países como para hablar de una evolución en el continente con la que poder competir con los grandes del fútbol mundial.
Lo que si es cierto o al menos se está viendo en este campeonato, es que el fútbol, como repiten machaconamente los entrenadores sin que los aficionados quieran escuchar, se puede estar igualando en lugares que antes no contaban.
Australia, que no estaba en octavos desde 2006, jugó ayer la eliminatoria contra Argentina. Como juega en la Confederación asiática a pesar de ser de Oceanía, se ha dado el caso que por primera vez tres países de esa confederación llegan a esta eliminatoria de los octavos: Japón lo ha hecho a lo grande, derrotando a Alemania y a España en la fase de grupos, mientras que Corea del Sur lo hizo en plan heroico, en los últimos minutos ante Portugal y luego esperando el final del encuentro encuentro de Uruguay. Son selecciones que si algo han mostrado en este Mundial de Qatar es que están aprendiendo a competir como antes no lo hacían. Luis Enrique avisó a sus futbolistas de lo que podía suceder si dejaban que Japón se fuera al ataque. Y no valió.
Son equipos que cuentan con jugadores con muchísima experiencia en clubes europeos. Casi todos los futbolistas de Marruecos y de Japón y más de la mitad de los australianos. Si no les llega con el talento, sí que parece que les da en ciertos momentos con la competitividad para sorprender y hacer daño a rivales con más jerarquía y con más títulos futbolísticos.
El crecimiento de estos países en el Mundial se ha producido a costa de los suramericanos. Solo los clásicos, Brasil y Argentina, se han metido en esta ronda. Desde el Mundial de 2002 no había tan pocos equipos de esa confederación. En los últimos Mundiales siempre había cuatro o cinco equipos de un continente que es una de las cunas del fútbol, pero que vive una crisis de talento.