Griezmann hila a Francia
Como interior se ha convertido en una de las claves de la campeona por su capacidad de sacrificio
«Me gusta mucho Griezmann, porque es un jugador que conecta perfectamente a los centrocampistas con los delanteros. Tiene un papel muy importante en el equipo. Para mí, es el jugador clave para Francia. Aunque la gente no vea al Griezmann de antes, está haciendo un muy buen Mundial. Me repito, pero Griezmann es la pieza fundamental de esta selección francesa», analizaba Diego Forlán a la selección gala de Mbappé Mbappé y sus ganas de brillar, de Giroud y su ansia de ser el máximo goleador de Francia y de Griezmann y su ambición para que todo vaya bien a todos.
«Lo que me gusta de Antoine es esa capacidad que tiene de jugar para los demás. Le encanta el juego de recuperación, incluso tirarse al suelo para ganar la pelota», explicaba Deschamps acerca de la actitud de un futbolista al que ha alejado del área y ha puesto de interior, en el centro del campo, sin que le parezca mal. Es muy generoso. «Le gusta desarrollar jugadas. Marcará menos goles, porque hay otros jugadores en la delantera, pero es muy útil, inteligente. Proporciona un buen equilibrio al equipo. Probablemente le pido cosas diferentes, pero no hay sacrificio de su parte», continúa el entrenador francés.
A sus 31 años y después del probablemente inicio más raro de temporada de su vida, cuando no jugaba más que treinta minutos por partido, Griezmann ha encontrado en la selección francesa el lugar en el que nadie duda de él. Es cierto que Simeone es incondicional del francés, pero ya ha aprendido que el Atlético no estaba dispuesto a hacer ningún sacrificio por él y menos el Barcelona. En una situación complicada, Griezmann se comportó con una tranquilidad impropia del mundo futbolístico y ahora, en el Mundial, en una selección que tiene a Mbappé como faro, el jugador del Atlético ha aceptado otra función en la que se desenvuelve fenomenal. Corre, corta, pero también juega para dar pases decisivos. Se hizo 11,7 kilómetros en el primer partido del Mundial y más de diez en el segundo. En el tercero, frente a Túnez, salió al campo en el minuto 73. Francia, plagada de suplentes, perdió ese encuentro.
Deschamps a veces le pide que no se esfuerce tanto, pero confía ciegamente en su futbolista: «Para mí lo más importante es conocer el ser humano, el carácter, las sensibilidades de cada uno... Con Antoine, como los demás que están ahí de hace tiempo, hay una relación de confianza que se ha desarrollado, lo que no me impide, si creo que es por su bien o el de la selección de Francia, decirle cosas. No soy su papá, ni su hermano mayor... Todavía no soy su abuelo. Pero hay una relación humana», decía el entrenador francés, antes del encuentro de octavos contra Polonia.