Más pobres, más impuestos
LosLos salarios reales adelgazan. El salario auténtico, el poder adquisitivo que queda después de la dentellada de la inflación, disminuye por primera vez en esta centuria. Y lo hace en todo el mundo, en Europa y en España, según la Organización Internacional del Trabajo. Las remuneraciones mensuales en el planeta retroceden en términos reales casi un 1%, en Europa un 2,2% y en España la cosa se pone más fea; los sueldos reales cayeron un 3,5% en nuestro país.
La inflación aprieta. Además, según el INE, uno de cada cinco trabajadores gana el SMI o menos. La OIT alerta del riesgo de inestabilidad social y de la progresiva debilidad y estrechamiento de la clase media. En España, la inflación general se modera, aunque los alimentos siguen provocando una indigestión y el Euribor es una carcoma para las rentas de las familias hipotecadas que ven menguar sus ya magros ahorros. El programa de alivio hipotecario queda fuera del alcance de la mayoría de los hogares.
El Consejo Económico y Social afirma que España se ha empobrecido un 4% por la inflación importada. El precio de nuestras exportaciones aumenta un 10%, pero lo que importamos nos sale ahora un 25% más caro.
En estas llega la OCDE y nos dice que la presión fiscal en España crece tres veces más que la media de los Estados que integran la organización. Nuestro país es uno de los que menos ingresa por el concepto de IRPF y de los que más por cotizaciones sociales.
Nada bueno para el empleo. En noviembre, el paro bajó en 33.512 personas. Cada día hay más contratos fijos discontinuos, con más discontinuos que fijos, y seguimos liderando, con el 12,5%, las tablas de paro continentales