Kim dispara la tensión con el Sur con 130 proyectiles
► Crisis entre las dos Coreas. Pyongyang desafía a Seúl con el anuncio de maniobras con fuego real en las aguas fronterizas durante tres días
TrasTras la exitosa prueba de su monstruoso misil balístico intercontinental (ICBM) Hwasong-17 el 18 de noviembre, Corea del Norte arrancó esta semana con una salva de unos 130 proyectiles de artillería sobre las aguas cercanas a las fronteras marítimas occidental y oriental con Corea del Sur, la última agresiva acción militar que agrava la tensión en las relaciones entre ambos países.
El Ejército norcoreano manifestó que los lanzamientos fueron una advertencia contra los ejercicios de artillería de Seúl en curso, realizados cerca de la ciudad fronteriza interior de Cheorwon y culpó una vez más a sus vecinos del incremento de las tensiones. Es la primera vez que Kim arroja armamento en la zona de amortiguación marítima desde el 3 de noviembre, cuando unos 80 proyectiles de artillería cayeron en el lado norcoreano de esa misma área, frente a su costa oriental.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano indicó que las armas disparadas desde las zonas costeras occidentales y orientales del Norte cayeron dentro del lado norte de las zonas de amortiguación, creadas bajo un acuerdo intercoreano de 2018 para reducir las tensiones militares.
El Ejército surcoreano informó de que comunicó una advertencia verbal a su vecino respecto a los tiros y le instó a cumplir con el convenio. Los ejércitos surcoreano y estadounidense vigilan estrechamente las actividades militares norcoreanas al tiempo que refuerzan su preparación para responder a cualquier «contingencia potencial», señaló el Estado Mayor Conjunto en un comunicado. Esta semana la armada surcoreana está llevando a cabo ejercicios de fuego real con múltiples sistemas de lanzamiento de cohetes y obuses en la región de Cherowon.
En un comunicado, un portavoz no identificado del Estado Mayor del Ejército Popular de la RPDC afirmó haber dado instrucciones a sus unidades costeras occidentales y orientales de efectuar disparos de artillería, como advertencia tras detectar decenas de proyectiles surcoreanos que volaban hacia el sureste, desde el área de Cheorwon. «Advertimos severamente a la parte enemiga para que sea prudente y no encienda la llama de una escalada de tensión innecesaria», advirtió.
La última acción amenazante norcoreana se produjo días después de que Washington, Seúl y Tokio anunciaran sanciones, en gran medida simbólicas, contra algunas personas e instituciones norcoreanas acusadas de actividades ilícitas para financiar los programas de armas nucleares.
Bajo el mandato de Kim, el Estado recluso ha realizado su prueba nuclear más potente, ha lanzado el primer misil balístico intercontinental de su historia y ha amenazado con enviar misiles a las aguas cercanas a Guam. Desde 2011, ha lanzado más de 100 misiles y realizado cuatro pruebas de armas nucleares, lo que supone más de lo que lanzaron su padre, Kim Jong Il, y su abuelo, Kim Il Sung, en un período de 27 años.
En este año el país ha incrementado sus demostraciones armamentísticas a un ritmo récord, incluyendo múltiples pruebas de un sistema de misiles balísticos intercontinentales potencialmente capaces de alcanzar el territorio continental de EE UU, y un misil de alcance intermedio lanzado sobre Japón. Asimismo, ha realizado una serie de pruebas de lanzamiento de corto alcance que ha descrito como ataques nucleares simulados contra objetivos surcoreanos y estadounidenses, en una airada reacción a la ampliación de las maniobras militares conjuntas entre EE UU y Corea del Sur, que los norcoreanos consideran ensayos de una posible invasión.
Los expertos afirman que este país espera negociar concesiones económicas y de seguridad desde una posición de fuerza y obligar a Estados Unidos a aceptarlo como potencia nuclear. Funcionarios surcoreanos han señalado que en breve los norcoreanos podrían elevar el tono al realizar su primera prueba nuclear desde 2017.
Los medios estatales norcoreanos aseguraron la semana pasada que Kim ha convocado una importante conferencia política antes de fin de año, en la que se espera que aborde las relaciones
El Norte lo justifica en respuesta a los ejercicios de artillería de Seúl en Cheorwon
Pyongyang busca aumentar la tensión para que EE UU le reconozca como país nuclear
cada vez más tensas con Washington y Seúl por la expansión de los programas nuclear y de misiles.
El acuerdo militar intercoreano que estableció las zonas de amortiguación es uno de los pocos restos tangibles de la efímera diplomacia de los países en 2018. El ex presidente surcoreano Moon Jaein se reunió con el líder norcoreano tres veces ese año mientras ayudaba además a organizar la primera cumbre de Kim con Donald Trump. Pero estas negociaciones intercoreanas nunca se recuperaron del colapso de la segunda reunión entre Kim y Trump en febrero de 2019, cuando los estadounidenses rechazaron las demandas norcoreanas de una gran flexibilización de las sanciones lideradas por EE UU a cambio de una rendición parcial de las capacidades nucleares del Norte.
Por su parte, Kim se encarga de lavar el cerebro a su pueblo para que piense que las armas nucleares son necesarias para evitar ser invadidos por Seúl y Washington. Según información proporcionada por desertores norcoreanos, a los jóvenes estudiantes del Reino Ermitaño se les enseña que la Guerra de Corea de 1950-1953 se inició por la invasión del Sur al Norte, pero lo cierto es que como la contienda se detuvo con una tregua en 1953, las dos Coreas siguen técnicamente en guerra.
Exhortando a sus científicos y técnicos a seguir fortaleciendo las capacidades nucleares del país, Kim sostuvo que su capacidad de autodefensa podría ser la más fuerte del mundo. También expresó su expectativa de que «la construcción de la fuerza nuclear del Estado» y el refuerzo de «la disuasión de la guerra nuclear» del país puedan realizarse bajo una «lucha a vida o muerte en el espíritu de la aplicación de estos funcionarios.