La unidad especializada de Mossos desmantela un narcopiso cada semana
► Incrementa las investigaciones compartidas con la Guardia Urbana
La Unidad Regional contra la Salud Pública de los Mossos, activada a mediados del pasado mes de julio en el área de Barcelona, ha llevado a cabo desde entonces 39 investigaciones vinculadas con este ámbito y se han desmantelado desmantelado 34 puntos de venta, una media de 7 al mes.
La Región Policial Metropolitana Barcelona (RPMB) de los Mossos d’Esquadra puso en marcha el pasado 11 de julio una nueva unidad especializada en investigaciones relacionadas con el tráfico de drogas a pequeña escala en esta demarcación.
Según explicó la Policía de la Generalitat en un comunicado, la Unidad Regional contra la Salud Pública se activó con el objetivo de actuar sobre la distribución y venta de sustancias estupefacientes, para desmantelar puntos de venta y detener a sus responsables.
La unidad trabaja con visión de ciudad para hacer frente a esta problemática desde un punto de vista global, priorizando las investigaciones y analizando el grado de afectación vecinal para actuar con una mayor efectividad policial y atendiendo en todo momento las quejas de la ciudadanía en este ámbito.
Desde que esta unidad comenzó a funcionar el pasado julio y hasta día de hoy, ha llevado a cabo 39 investigaciones vinculadas con este ámbito y se han desmantelado 34 puntos de venta, una media de 7 al mes. Esta nueva división policial también ha permitido incrementar la coordinación de este tipo de investigaciones con otros cuerpos policiales que operan en la ciudad, en especial con la Guardia Urbana.
En las diferentes intervenciones policiales, donde han participado los investigadores y efectivos del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO)- en colaboración con la Guardia Urbana-, se han intervenido más de 128.000 euros y sustancias estupefacientes de todo tipo, como cocaína, hachís, anfetaminas, éxtasis y marihuana.
Por encima de esta nueva unidad, los Mossos mantienen los grupos especializados en salud pública de la División de Investigación Criminal, que asumen casos de más complejidad, y a través de los cuales puede comprobarse que hay organizaciones que actúan en Barcelona y en otros puntos de Cataluña.
Este grupo potencia «la homogeneización del trabajo policial y trabaja para establecer si los diferentes puntos de venta establecidos en la ciudad pueden tener relaciones entre ellos y si detrás hay grupos organizados».