La Razón (Cataluña)

Aprender a jugar sin pensar

► España intenta no repetir ante Marruecos los errores que cometió ante Japón para alcanzar los cuartos de final

- Domingo García. DOHA

NoNo es extraño ver un Mundial en el que una selección que empieza mal acaba siendo campeona. Hay casos extremos, como Italia en el Mundial 82, que empató sus tres partidos de la fase de grupos y acabó derrotando de forma consecutiv­a a Argentina, Brasil, Polonia y Alemania antes de que Sandro Pertini celebrara el título en el Santiago Bernabéu. O como España en 2010, la única selección que ha ganado el Mundial después de haber perdido el primer partido.

Más extraño es ver seleccione­s que comienzan bien y remontan una cuesta abajo futbolísti­ca y emocional para acabar siendo campeonas del mundo. Ese es el reto de España que comienza en el partido de octavos de final ante Marruecos.

«No es difícil. España sabe a lo que juega y sabe lo que tiene que hacer», advierte el psicólogo deportivo José Carrascosa, fundador de sabercompe­tir.com. «El jugador tiene que estar concentrad­o, centrarse en la tarea. El problema es cuando el futbolista empieza a pensar», añade. Porque los futbolista­s durante el partido hacen movimiento­s que les salen de manera automática. El problema es cuando empiezan a pensar en el futuro o en las consecuenc­ias que tiene lo que está pasando en el campo, como sucedió en el partido contra Japón».

«Tenemos que hacer lo que pretendemo­s hacer en cada partido. Tenemos muy clara la idea», explica Luis Enrique. El selecciona­dor no quiere apartarse del camino en el que España ha mostrado sus fortalezas, aunque eso signifique correr riesgos. Por eso, cuando le hablan de la posibilida­d de dar un pelotazo, lo niega como estrategia general y lo limita como solución de emergencia para que no se convierta convierta en costumbre. «Dando pelotazos no hubiéramos creado ninguna ocasión de gol», sentencia el técnico.

Luis Enrique y los jugadores han trabajado para corregir errores en estos días, pero eso no significa cambiar de forma de juego ni renunciar a sus fortalezas. «Tenemos claro cuáles son nuestras armas y dónde queremos llevar el partido. Hemos corregido situacione­s de juego. El que toma las decisiones es el jugador, pero lo que me obsesiona es que el equipo lleve a cabo la idea en la que yo considero que somos mejores», asegura.

El estado anímico del selecciona­dor y del grupo no se han resentido después de la derrota ante Japón. «Yo estoy perfecto, en mi línea, y los jugadores, el ambiente, han ido en la misma línea de antes de comenzar la competició­n. Hemos hecho una reflexión más profunda de cómo ha ido la fase de grupos, los aspectos a mejorar y veo muchas ganas de ir cumpliendo el objetivo. Estamos en partidos de continuar o irte a casa, que implican una tensión mayor, pero convencido­s de nuestras posibilida­des», asegura Luis Enrique.

Los jugadores españoles están acostumbra­dos a trabajar con la ayuda de un psicólogo, pero no es necesario un trabajo intensivo durante estos días posteriore­s a la derrota contra Japón. «El trabajo de Joaquín [Valdés] siempre está ahí, en la victoria, en la derrota. Es constante su trabajo, pase lo que pase en el partido», dice Pau Torres. « No hay que hacer nada diferente. Si haces algo que el jugador percibe como raro es contraprod­ucente», advierte José Carrascosa,

No se puede ser futbolista 24 horas. Hay que desconecta­r, olvidarse del fútbol todos los días»

«El líder en el campo no tiene que ser el que más habla, el que más grita, sino el que pide la pelota»

Carrascosa, que destaca la importanci­a del día de descanso para que los jugadores puedan oxigenar la cabeza.

«Es importante hablar de otras cosas, estar con la familia», explica Carrascosa. «No se puede ser futbolista 24 horas. Hay que desconecta­r, limpiar la mente. Hay que olvidarse del fútbol todos los días», añade. El futbolista tiene que cuidar la alimentaci­ón y la preparació­n, pero no pensar todo el día en el fútbol. Esos momentos de desconexió­n son necesarios.

«Un futbolista tiene que pensar en el partido hora y media o dos horas, no antes. Se puede ver a grandes estrellas jugando a las car

José Carrascosa Psicólogo deportivo

tas o relajados antes del partido», dice. Y recurre a la historia para reforzar su explicació­n. «En el Mundial de España, los jugadores estuvieron concentrad­os durante un mes o mes y medio antes, lo que unido a la presión de jugar en casa terminó siendo un desastre», recuerda.

Hay trabajo que hacer fuera del campo, pero una vez en el césped es necesario encontrar otro tipo de soluciones. «Es importante la presencia de un líder, fuera y dentro del campo. En el campo no tiene que ser el que más habla o el que más grita, sino el que pide la pelota, el que tranquiliz­a a sus compañeros y el que los anima cuando hace falta», explica el fundador de sabercompe­tir.com.

Fuera del terreno de juego España tiene un líder en el banquillo, Luis Enrique, y otro en el campo, Busquets. Falta encontrar el líder que pida siempre el balón. Quizá sea el momento de Pedri.

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 ?? EUROPA PRESS ?? Los jugadores de la selección, con el psicólogo, Joaquín Valdés, al fondo durante un entrenamie­nto
EUROPA PRESS Los jugadores de la selección, con el psicólogo, Joaquín Valdés, al fondo durante un entrenamie­nto

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