Esperanzadores resultados de una vacuna de ARNm frente al VIH
► Un régimen de dos dosis, con 8 semanas de diferencia, indujo una inmunidad efectiva y duradera
La comunidad científica esta esperanzada con los resultados de un estudio en fase I de una vacuna frente al VIH que, por primera vez en humanos, ha mostrado efectividad induciendo anticuerpos neutralizantes (Ac) de amplio espectro frente a múltiples serotipos del virus mediante la estrategia de vacunación dirigida a la «línea germinal». Esto significa que ha sido diseñada para inducir la producción de este tipo de anticuerpos, al dirigirse y estimular las células que los producen.
La vacuna –llamada «eOD-GT8 60mer»– emplea la tecnología de ARN mensajero y ha mostrado un «perfil de seguridad favorable» a la vez que induce precursores de anticuerpos ampliamente neutralizantes en el 97% de los 36 receptores que participaron en el estudio, según los investigadores de Scripps Research, el Fred Hutchinson Cancer Center, los Institutos Nacionales de Salud y otras instituciones de Estados Unidos y Suecia.
Los resultados del ensayo clínico, publicados el pasado jueves 1 de diciembre –Día Mundial del Sida– en la revista Science, suponen, según los autores, una «prueba clínica de concepto» que respalda el desarrollo de regímenes de refuerzo para inducir respuestas inmunitarias contra la infección por VIH, para la que no existe cura y que puede causar el Sida. Los hallazgos sugieren que un régimen de dos dosis de la vacuna, administradas con ocho semanas de diferencia, puede provocar respuestas inmunitarias eficientes.
Inducir «superanticuerpos»
Hasta el momento, los esfuerzos para conseguir una vacuna efectiva frente al VIH no han tenido éxito. «Entre otras muchas razones, la dificultad de inmunizar con éxito con una proteína muy glicosilada como la proteína «Env» (puerta de entrada del virus al organismo) le permitía al virus evadir los Ac neutralizantes que se generaban con una inmunización tradicional», señala José Gómez Rial, inmunólogo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, en su perfil de Twitter.
«La tecnología de ARNm –al no depender de la estabilidad de una proteína– hace que la proteína la produzcan las propias células humanas con su propia maquinaria, y esto facilita que se incorporen todas las modificaciones que, en otros organismos, son muy difíciles de conseguir», añade el experto. Esta tecnología se está aplicando también a otras vacunas hasta ahora esquivas por la complejidad de la «proteína diana», como las del virus respiratorio sincitial (VRS), la gripe, el citomegalovirus (CMV) o el virus de Epstein-Barr (EBV).
Lo que es único acerca de esta vacuna es que fue diseñada para apuntar directamente a la producción de anticuerpos ampliamente neutralizantes. «En el caso del VIH, las vacunas diseñadas en el pasado no indujeron estos anticuerpos», señaló Timothy Schacker, director del programa en medicina del VIH en la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota. «Sí podemos llamarlos superanticuerpos, ya que funcionan de manera más eficiente». «La esperanza es que, si pueden inducir este tipo de inmunidad en las personas, puede protegerlas frente a algunos de estos virus para los que nos ha costado mucho diseñar vacunas que sean efectivas. Así que es paso adelante muy importante».
Es la primera vez que una vacuna es capaz de inducir anticuerpos frente a distintos serotipos
«Podemos llamarlos ‘superanticuerpos’, ya que funcionan de manera más eficiente que otros»