La Generalitat triplica en 10 años las multas contra el castellano
► El ejecutivo cobra cada día más de una sanción por no rotular en catalán, tanto a empresas como a comercios particulares, con un total de 456 denuncias en este año
La Agencia Catalana de Consum (ACA) recaudó 3.344.187 euros en 2021 en sanciones contra empresas que incumplieron con la Ley del Código de consumo, aprobada por el Parlament en 2010 y que obliga a usar el catalán en los servicios y productos que se venden en la comunidad autónoma. No obstante, solo 17.350 euros de este montante se debió a la «vulneración de los derechos lingüísticos».
En su ‘Balance de actuaciones,’ publicado este marzo, el ente dependiente del departamento de Empresa y Trabajo informa que un total de 470 expedientes finalizaron en sanción (65 más que en 2020), aunque el dinero recaudado respecto al ejercicio anterior fue ligeramente inferior (3.770.847 euros).
Este 2022, informó esta semana la Generalitat, las multas por estos mismos motivos han sido 456. Una cifra menor a la del año pasado, pero que triplica las del primer año de la medida, 2010. Se observa que 2011 fue el año donde más sanciones se interpusieron.
Si nos situamos en 2022, la Plataforma per la Llengua, la autodenominada ‘ONG del catalán,’ lleva tiempo movilizando a sus simpatizantes para que el catalán sea el idioma que predomine en Cataluña. En el marco de su campaña navideña, la entidad señaló a las compañías de juguetes Famosa, Mattel y Bizak por no doblar sus anuncios en catalán.
En la misma línea, denunciaron ante la Generalitat a las marcas de ropa Bimba y Lola, Pepe Jeans y Levi Strauss por no etiquetar sus productos en la lengua autóctona. A su juicio, estas tres empresas mostraron «una actitud hostil» hacia su propuesta de incorporar el idioma en el etiquetaje de los artículos que comercializan en Cataluña y, por esta razón, optaron por informar a la administración catalana para que tome medidas.
Recientemente también colapsaron dos restaurantes de las franquicias Five Guys y Surf House de Barcelona por no tener sus cartas en catalán. La Plataforma por su parte asegura que con sus actuaciones esperan que las empresas rectifiquen y se sensibilicen con la lengua para que los consumidores puedan ser atendidos en catalán.
Esta semana, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, participó en un foro de las minorías de la ONU en Ginebra donde afirmó que Italia, Francia y España «no ofrecen al catalán la protección y reconocimiento que merece».
El gobierno catalán celebró el martes una reunión de urgencia para analizar la situación, según ellos, de emergencia que vive la lengua catalana. Aragonés y su gobierno ven como altamente preocupante el elevado porcentaje de población catalana, que a pesar de sus denodados esfuerzos, se empecinan en hablar en lengua española y aprobaron un paquete de cien medidas para fomentar el uso del catalán.
El 2010 fue el primer gran año de multas lingüísticas. La Generalitat impuso 205 sanciones, más que las 151 registradas el año anterior. La recaudación por estas multas también fue mayor: 182.000 euros el año pasado; 147.000 euros en 2009. Los datos de 2010 se acercan al máximo histórico que se registró en 2008, cuando la Generalitat cerró 209 expedientes por un montante total de 208.000 euros.
Sin embargo, y según se desprende del último Consell Executiu, las polémicas multas lingüísticas sufrirán cambios para dejar claro, según el Govern, que no tienen un objetivo recaudatorio. De ahí que, según lo anunciado este martes, el importe de la multa se podrá invertir en acciones de «formación y concienciación lingüística del personal».
El Ayuntamiento de Barcelona presentó recientemente datos relativos al uso ciudadano del catalán. Más de la mitad de los barceloneses no lo habla nunca en su día a día o lo habla muy poco. Entre los jóvenes, el uso del catalán cae al 28%, sobre todo en la capital y en su área metropolitana.
Entre los denunciados por el Govern se encuentran este año numerosas empresas