El Govern avisa: «La sequía es el primer problema de Cataluña»
► Llama a los partidos a la unidad tras el fracaso de la cumbre del agua, pero obvia la autocrítica
La sequía empeora ante la ausencia de lluvias y las malas previsiones para este final de primavera y el inicio del verano. «Es el primer problema de Cataluña», avisó ayer el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tras la reunión semanal del gabinete. El republicano se esforzó en llamar a los partidos de la oposición a la responsabilidad y a la unidad, aunque obvió la autocrítica por haber aprobado un decreto de medidas excepcionales sin su apoyo.
«Nos equivocaríamos si lo afrontamos como una excepción. Entendemos que serán más habituales y de más intensidad por el cambio climático», alertó. Por ello, apostó por «adaptar el país» ante este nuevo escenario, lo que pasa por construir nuevas infraestructuras –desaladoras y potabilizadoras– con una visión «a medio plazo».
Las palabras de Aragonès cobran relevancia después de que el pasado 31 de marzo el Govern no logró consensuar con los grupos parlamentarios medidas para mitigar los efectos de la sequía, después de la mencionada reunión de más de tres horas celebrada en el Palau de la Generalitat.
El principal punto de desacuerdo de la cumbre radica en el régimen sancionador a los ayuntamientos, al que se opuso el PSC y los grupos fueron incapaces de alcanzar un punto medio. Eso sí, Aragonès ya advirtió ayer de que el Govern impulsará las medidas en los ámbitos «en los que sí había acuerdo».
Los Presupuestos de 2023 prevén más de 700 millones de euros en infraestructuras y mejoras para combatir la sequía. Aragonès también confirmó que el Govern trabajará con operadores y ayuntamientos ayuntamientos a través de una línea de 50 millones para mejorar la eficiencia y reducir los escapes de agua en las redes de abastecimiento municipales.
Los embalses de las cuencas internas catalanas se encuentran al 26,36% de su capacidad, cuando el año pasado en las mismas fechas se encontraban por encima del doble, al 57,79%. Así lo refleja la última actualización del del informe del estado de los embalses de la Agencia Catalana del Agua (ACA) consultado ayer por Europa Press.
Del actual estado de excepcionalidad se podría pasar al de emergencia a finales de agosto o principios de septiembre si no cambian las previsiones meteorológicas. Y en esa categoría ya podría haber cortes de agua en el suministro corriente, si los ayuntamientos lo considerasen oportuno. Un escenario que el Govern busca alejar lo máximo posible en los meses de más calor del año.
Sobre las medidas ya emprendidas y si se han aprobado o no a tiempo, el presidente catalán defendió que el trasvase del agua del pantano de Sau al de Susqueda ha permitido garantizar el suministro de agua a un millón de personas durante tres meses, aunque explicó que será la Agencia Catalana del Agua la que determine si se puede reemprender este traslado. Por otro lado, Aragonès descartó la interconexión de cuencas en Cataluña y ha explicado que arreglar el regadío de la provincia de Lleida no solucionaría la problemática en las cuencas internas catalanas.
«El Govern debería haber hecho inversiones en los últimos años y meses que nos llevaran a tener hoy otra situación, pero no ha sido así. El presupuesto de la ACA en los últimos 10 años ha bajado un 50% y, en cuanto a las inversiones, se han reducido un 75 %», reprochó ayer el PSC.
El PSC denuncia que el presupuesto de la ACA se ha reducido un 50% en los últimos diez años