El PSC se abona a los pactos mientras Colau guarda sus cartas
► Collboni pide una «amplia mayoría» y ser el más votado sin entrar en vetos. La dirigente evita aclarar qué hará con los pactos
JaumeJaume Collboni, el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, cerró el último minuto del debate de TV3 pidiendo una «amplia mayoría» este domingo que le permita suceder a Ada Colau. Es decir, lograr ser la lista más votada para asegurar la investidura –si no hay suma alternativa– y negociar luego la gobernabilidad del Ayuntamiento, una ecuación favorecedora para los socialistas.
Sin embargo, según las encuestas y las cábalas en los distintos cuarteles electorales, todo puede depender de un puñado de votos, de un millar de papeletas que marquen la diferencia, con el PSC a la cabeza en la mayoría de los sondeos. Y aquí los socialistas, al margen de pedir el voto para «quedar primeros», no descartan a nadie para recuperar y gobernar Barcelona, la joya de la Corona antes de las generales de final de año.
Al margen de las críticas propias de la campaña hacia sus rivales, el PSC no se sale del guion con sus tres condiciones para sentarse a negociar tras el 28-M en la capital catalana: apostar por el crecimiento económico de la ciudad; garantizar políticas sociales sin privatización ni recortes, y ser leal al Estado –a un Gobierno liderado por Pedro Sánchez– y a las instituciones europeas. Tres requisitos amplios para no caer en vetos prematuros.
De hecho, Collboni exhibe sintonía sintonía económica con Xavier Trias con importantes proyectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat –que Junts defiende sin fisuras ante ERC– o la atracción de nuevos eventos e iniciativas empresariales a la ciudad.
Además, ambos lideraron –por separado– el frente anti Colau en un debate de TV3 en el que evidenciaron su rechazo a la actual alcaldesa de Barcelona y a varios de sus proyectos estrella. «¿Dónde estaba cuando negociaba con el Mobile World Congres? Usted ni siquiera lo quería», le espetó el socialista a la dirigente de los Comunes sobre su último mandato conjunto. «Yo he tenido que hacer de alcalde, he tenido que asumir las responsabilidades que usted evitaba», zanjó Collboni.
Sin embargo, el PSC no se fía de la vinculación de Trias con Junts pese a los empeños del posconvergente en esconder las siglas del partido y en no mentar demasiado a Puigdemont en los debates. De hecho, ayer Collboni elevó el tono de sus críticas y cuestionó la «credibilidad» del alcaldable posconvergente en este aspecto: «A pesar del tono conciliador y constructivo, se esconde un factor de mucha inestabilidad que no es el que necesita Barcelona para el futuro».
Aún sobre esta cuestión, el candidato del PP, Daniel Sirera, también se posicionó ayer al respecto y fijó sus líneas rojas: «Si el señor Trias o Collboni quieren el apoyo del PP deberán tener claro que hay cosas con las que no se juega, la independencia es una y poner Barcelona al servicio de Sánchez es otra». Los populares buscan crecer para tener la llave y ser claves en la gobernabilidad de la capital catalana.
Por su parte, Colau rechazó aclarar qué hará al margen de reivindicar un pacto «de izquierdas» con PSC y ERC como ya hiciera hace cuatro años. Eso sí, preguntada por si investirá a Jaume Collboni si queda por detrás de los socialistas, la líder de Barcelona en Comú evitó responder. «Hay un pacto en curso de retroceso entre el señor Collboni y el señor Trias», pronosticó ayer en TV3.