Metges pel Català nace para una sanidad que orille al castellano
► que «abogará para normalizar la lengua» ante la «regresión en el ámbito sanitario»
UnUn grupo de sanitarios independentistas puso en marcha una nueva entidad formada llamada Metges pel català, con el poco disimulado objetivo de arrinconar el castellano en la sanidad.
Dicha asociación fue presentada la semana pasada, pero tal y como reconocieron sus impulsores, lleva un año gestándose. «Nace de la observación de la degradación del uso del catalán. La idea es lo especificado de trabajar en un ámbito concreto», explicó Lluís Mont, presidente de la asociación.
Según recoge el Colegio de Médicos, más de un 60% de los nuevos colegiados en Cataluña no son catalanohablantes, y un 50% de los estudiantes de medicina no son catalanes. Y, además, el 55,3% de los médicos se dirigen inicialmente al paciente en catalán y, de éstos, el 63% cambia automáticamente de lengua si la respuesta es en castellano.
«El catalán está en regresión los profesionales sanitarios que estamos aquí hoy queremos promover su uso en el ámbito de la sanidad y de la investigación biomédica». Con esta afirmación arrancó la presentación de la asociación por parte de Mont. Esta entidad, cuyos orígenes se remontan a un grupo de WhatsApp de las Navidades de 2022, busca, además, ser un «laboratorio de ideas» para promover el catalán y actuar «como referente y grupo de influencia» en la Administración.
A la presentación acudieron el actual conseller de Salud, Manuel Balcells, el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich; el de Plataforma per la Llengua, Òscar Escuder; también los ex consellers de Salud Josep Maria Argimon y Marina Geli; el presidente del Col. legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB), Jaume Padrós, o la decana del Consell de Col·legis d’Infermeres de Catalunya, Glòria Jodar, entre otras personalidades.
Padrós aseguró que las quejas por problemas lingüísticos recibidas por el colegio «aumentaron en los últimos meses». «Cuando no hay una fluidez lingüística entre paciente y profesional, hay más comorbilidad. En Cataluña no se puede ser un médico completo si no se domina el catalán y el castellano», dijo Padrós. La asociación fue impulsada principalmente por médicos afines al independentismo y, en concreto, a Junts per Catalunya.
Sus «diez mandamientos» son «Escribir siempre en catalán en la historia clínica (cursos, altas e informes)»; «Dirigirse a todo el mundo en catalán a la hora de iniciar una conversación, independientemente independientemente de su origen o aspecto externo»; «Atender siempre en catalán a los pacientes en primera instancia, y cambiar de lengua si existe dificultad de comunicación»; «Mantener al catalán en sesiones y reuniones, aunque alguien hable en castellano»; «Escribir los informes en catalán. Hacer una copia en otro idioma si se solicita»; «Realizar las recetas en catalán»; «Llamar a los pacientes en catalán a las salas de espera»; «Realizar los informes de derivación y peticiones de pruebas en catalán»; «Responder en catalán a cualquier documento de centros sanitarios catalanes independientemente de la legua en la que nos sea dirigido» y «Promover el catalán normativo y vigilar a los anglicismos. Utilizar el Termcat Salud».
El 47,8% de los médicos en Cataluña utiliza el catalán de forma habitual para comunicarse con los pacientes durante los actos asistenciales, según un estudio del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC). Se trata del «Estudi sobre les necessitats i coneixements lingüístics dels metges a l’assistència sanitària», elaborado a partir de una encuesta en 2023 a más de 1.300 profesionales colegiados en alguno de los cuatro colegios de médicos catalanes.
El estudio apunta que el uso del catalán durante el acto médico «es bastante menos frecuente» entre las generaciones jóvenes de médicos que en las más mayores: el 75,7% de los médicos de 60 años o más usa el catalán frecuentemente en consulta, mientras que en la franja de 30 a 44 años lo hace el 30,1%.
Por ámbitos territoriales, destaca la diferencia entre la demarcación de Girona, donde se registra el «máximo uso» del catalán durante el acto médico, con un 70% de médicos que lo usa habitualmente, frente a Barcelona, donde baja al 45,6%; y en Lleida es del 64,7% y en Tarragona del 60,5%.
En la relación entre compañeros, el uso habitual del catalán llega al 55,6% y «es frecuente» que el profesional catalanohablante cambie de idioma ante un interlocutor castellanohablante.