Piden 22 años de cárcel para un acusado de violar a su hijastra
La Audiencia de Barcelona juzgó ayer a un hombre acusado de agredir sexualmente a la hija de su pareja, con la que convivía en Sabadell, de manera reiterada durante unos tres años y amenazándola presuntamente para que accediera también a grabar y enviarle vídeos sexuales, algo por lo que las acusaciones piden 22 años de cárcel y que la defensa justifica que fueron «relaciones sexuales consentidas».
La víctima, que ahora tiene 20 años, contó al tribunal que presentó denuncia por agresiones que había sufrido desde los catorce años, y recordó que empezaron en 2018: «No sé si ese día iría borracho. Me agredió. Me llevó a la habitación, dejó a mi hermana en el sofá y me forzó. Cuando terminó, me dijo que no dijera nada. Yo estaba llorando, me dijo que me tenía que callar».
La secuencia «se repitió a los pocos días», y la joven explicó que durante esos años sufrió agresiones sexuales unas tres veces por semana y que siempre eran cuando su madre trabajaba en turno de tarde, y ella y su hermana se quedaban en casa con el padrastro.
«Me amenazaba con que le diría a mi madre que yo era una fresca, o que no me dejaría ir a la calle ni tener vida social. Accedía por esto y miedo a que le hiciera algo a mi madre. Si me negaba, no sabía lo que me iba a esperar en casa», contestó sobre por qué accedió a grabar vídeos sexuales y enviarlos al acusado.
A raíz de la denuncia que presentó, un juzgado dictó una orden de alejamiento del hombre hacia la menor; sin embargo, unas semanas después el hombre volvió a vivir con la víctima y su madre (que entonces era su pareja), y las agresiones se retomaron: «Al principio pensaba que no sería capaz de volverme a hacer nada, pero un día en la cocina me dijo que me echaba de menos y empezó a manosearme», y luego la violó. «Fue peor, porque yo tenía pareja», dijo.