«Creía que mi edición de Operación Triunfo no la iba a ver ni Dios»
La cantante y presentadora pone voz a Blossom en «Amigos imaginarios», la nueva película familiar de John Krasinski
RevientaRevienta las audiencias cada viernes como jurado de «Tu cara me suena», viene de revivir de sus cenizas el éxito de la temporada con «Operación Triunfo», nos regala el oído en EuropaFM con «Tómatelo menos en serio» y esta semana ha hecho dos conciertos en directo y un estreno. «Mira, mañana me toca poner una lavadora y hacerme el pelo», bromea Chenoa (Argentina, 1975) cuando se le pregunta si tiene tiempo para vivir. Quizá en su mejor momento profesional de las dos décadas largas que lleva en el ojo público, la cantante y presentadora se coloca, una vez más, detrás de los micrófonos, esta vez para doblar a la remilgada Blossom de «Amigos imaginarios», segunda película como director de John Krasinski, el mítico Jim de «The Office». Sobre intrusismo, cinefilia y ese complejo de fénix por el que hasta este punto del párrafo todavía no hemos mencionado que alcanzó la fama en un concurso de televisión, Chenoa, en LA RAZÓN.
En España hubo, durante mucho tiempo, poca cultura del artista polifacético»
«Trabajo mucho la autocrítica y me miro para buscar mis límites. Y para eso hay que fallar»
¿Podemos añadir actriz de doblaje a su currículum?
Es mi tercera película haciendo doblaje, entonces ya he buscado otras voces antes con actores de doblaje profesionales que te ayudan y te guían. Te llevan hacia la identidad que hay que agarrar del personaje. Aquí fue mucho más natural, entendí a Blossom desde el primer minuto. Me pedían todo el rato que fuera más yo. A Blossom le gustaban los tutús, pues yo me lo llevé a mi experiencia de ballet clásico. A Blossom le gusta el té, pues en mi casa toda la vida ha habido cultura de té, con mi madre y esa esencia argentina. Cuando la vi siendo tan británica y delicada, no me costó hacerme con ella.
¿Hay miedo a la crítica al trabajo, por intrusismo por ejemplo?
A esto ya estoy más acostumbrada. En todos los abanicos que trabajo, que son un montón, la radio, el doblaje, el jurado o la tele, nunca he tenido la barrera de pensar en el qué dirán. Soy muy crítica conmigo misma, trabajo mucho la autocrítica y me miro para buscar mis límites. Y para hacer eso hay que fallar y ser consciente de que hay cosas que pueden salir mal. Nunca faltaría el respeto a una profesión o al palo que voy a hacer, porque intento formarme y hacerlo con respeto y dedicación. No es algo que asuma desde el ego.
¿Es Chenoa cinéfila?
Mucho. Y soy de muchas épocas, pero en especial de Hitchcock y las actrices que trabajaron con él. También de las actrices de los cincuenta. Hace nada vi «Feud», la primera temporada sobre Joan Crawdford y Bette Davis. Katharine Hepburn, Ava Gardner, Elizabeth Hepburn… Soy muy de leer sobre esas épocas, me gusta el cine divo en el que se ocultaba todo y más, sobre todo los traumazos que tenían ellas. ¡Grace Kelly! Hace nada vi «Los pájaros», y hay escenas que son horribles. ¡Es asquerosa! Tippi Hedren, otra más. Es el cine que más veo.
¿Y puede ir Chenoa al cine?
Pues no. Entonces lo que hago es entrar cuando la película está un poco empezada y salgo antes. Voy con gorra y no hablo, porque a veces me reconocen por la voz. Piensa que llevo 23 años en la casa de la gente. Soy como su prima lejana, y yo estoy encantada y muy agradecida por ello. Nunca he sido una pesada de estas que dicen ahora no o lo que sea, simplemente a veces tengo prisa y necesito hacer las cosas con diligencia.
¿Le gustaría hacer un gran papel en cine?
Me lo han dicho muchas veces, fíjate. Yo me ubico donde sea. Me tendría que preparar, evidentemente, pero creo que podría hacerlo. Si me dieras un personaje donde me viera, podría jugar, pero tendría que ponerle algo mío. Yo le doy mucha importancia a lo pequeño, y esa es la clave para seguir en esto.
¿Existe la fórmula secreta? ¿Cuántas veces se ha reinventado Chenoa?
Agradezco el caos, pero voy día a día. Mi vida es mía y la vivo yo. Partiendo de eso, veo de qué zonas de confort me quiero salir y pruebo. Ensayo y error. No hay nada mejor en la vida que hacer eso para llegar a tu presente. Yo pruebo todo. ¿Quieres que doble? Allí estaré, lo más preparada posible. Saco el segundo single del nuevo disco ahora, estoy en «Tu cara me suena», te presento OT, hago un programa de radio, vengo de dos conciertos de dejarme el hígado. En España hubo, durante mucho tiempo, poca cultura del artista polifacético. Ahora hay más licencia. Costaba mucho lo de salirse del molde. ¿Por qué solo tengo que cantar? ¿Por el qué dirán? Cuántas cosas hemos dejado de hacer por el qué dirán. Al final es tu vida, no te puedes supeditar al qué dirán.
¿Habría sobrevivido a la ferocidad de la experiencia OT en esta era?
A mí me hubieran zurrado todos los días y sería trending topic, pero mal. Tuvimos la gran suerte de no tener redes. ¿Qué provocó eso? Primero que, al ser los primeros, no teníamos ni idea de quién nos estaba viendo. Nuestra sensación desde dentro es que no nos veía nadie. Veníamos de «Gran Hermano» y nosotros solo cantábamos, creía que a eso no se iba a enganchar ni Dios.