Duro golpe para Macron al dimitir François de Rugy
La cartera de Ecología, la gran bandera del presidente, queda huérfana
Fue ministro de Ecología y número dos del Gobierno del presidente.
Una mesa fastuosa con langostas del tamaño de un antebrazo, pétalos de rosa, candelabros de plata y, como no podía ser de otra forma tratándose de Francia, una colección de grandes vinos como un Mouton-Rothschild de 2004, a más de mil euros la botella. Esta es la imagen de la polémica que se acaba de llevar por delante al número dos del Gobierno de Macron, François de Rugy, ministro de Ecología, que por si fuera poco es la cartera de la que el presidente galo lleva meses intentando convertirse en el abanderado en Francia y Europa.
En la tarde de ayer, y cuando la presión llevaba ya cinco días creciendo en torno a la figura de De Rugy, la dimisión pasaba a ser la única salida posible a un escándalo que tenía todas las papeletas para convertirse en el «culebrón» del verano en Francia. «Los ataques ataques y el linchamiento mediático que ha sufrido mi familia me conducen ahora a tomar el retroceso necesario», ha explicado De Rugy en un comunicado colgado en Facebook, donde ha anunciado además que va a querellarse contra el medio de comunicación que ha publicado las informaciones que han derivado en su caída.
La polémica estallaba la semana pasada cuando el portal Mediapart publicaba las fotos y las revelaciones de varias cenas «oficiales» con mariscos y vinos caros cuando ejercía el cargo de presidente de la Asamblea Nacional, entre 2017 y 2018. En tela de juicio no sólo estaba el menú, también los invitados. En parte por los contactos de su mujer, Severine Servat, conocida periodista del corazón en la revista «Gala». En la Asamblea Nacional se puso en marcha una investigación deontológica para saber si los convidados seguían parámetros profesionales