La falta de oportunidades laborales cronifica la pobreza
Tres de cada diez usuarios de Casa Caridad tienen estudios universitarios o de FP. La brecha digital aumenta las desigualdades
Álvaro tiene una experiencia laboral de más de 20 años en el sector informático. Sin embargo, en 2014 perdió el empleo y su situación se fue precarizando hasta acabar necesitando la ayuda de Casa Caridad. Con 47 años, Álvaro sigue buscando un trabajo que le devuelva a una vida «normalizada».
Álvaro, como Angélica, Nkechi, Artantxa, Vladimir o Rachel son una representación del 79 por ciento de usuarios de la Asociación que están en edad laboral, una cifra preocupante que refleja que el empleo es una de las principales causas de la cronificación de la pobreza. Desde Casa Caridad se ha querido alertar del rechazo rechazo y la falta de oportunidades de las personas que atienden a la hora de obtener un empleo estable que les ayude a tener una vida normalizada.
«Cuatro de cada cinco de nuestros usuarios están en edad laboral, muchos de ellos están en búsqueda de un empleo que les permita dejar de depender de los servicios que prestan las ONG y los servicios sociales», explica el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles.
Desde la entidad se advierte de los problemas de pobreza crónica de los parados de larga duración, personas mayores de 50 años, principalmente españoles, que arrastran una situación derivada de la crisis de 2008 que pasaron de tener una vida normalizada, con un trabajo y cotización a la Seguridad Social a encontrarse sin ingresos.
«El problema de muchos de nuestros usuarios no es su nivel de estudios o su experiencia laboral, ya que muchos de ellos vienen de una situación donde han tenido un empleo que han perdido y han sido víctimas de una profunda crisis que les ha dejado fuera de un mercado cada vez más limitado», indica Guadalupe Ferrer, gerente de Casa Caridad. De hecho, según datos de la Asociación, el 94 por ciento de los usuarios tienen algún tipo de estudios, de los que el 17 por ciento son universitarios y el 13 por ciento de Formación Profesional.
«Muchos vienen de una situación donde han tenido un empleo que han perdido y han sido víctimas de una profunda crisis que les ha dejado fuera de un mercado cada vez más limitado»