La Razón (Levante)

ÁREA 51: VIAJE AL SANTUARIO EXTRATERRE­STRE

LA BASE AÉREA DE NELLIS HA SIDO DESDE LOS AÑOS CINCUENTA TERRITORIO FÉRTIL PARA TODO TIPO DE ELUCUBRACI­ONES DE LOS AMANTES DE LA TEORÍA DE LA CONSPIRACI­ÓN. MÁS DE UN MILLÓN DE ELLOS SE HAN DADO CITA EN SEPTIEMBRE PARA «ASALTAR» LA INSTALACIÓ­N

- Jorge Alcalde - Madrid

LO QUE EMPEZÓ COMO UNA BROMA EN FACEBOOK SE HA CONVERTIDO EN UN ASALTO CON DÍA, MES Y HORA. MÁS DE UN MILLÓN DE PERSONAS ESTÁN DISPUESTAS A RESCATAR A LOS EXTRATERRE­STRES QUE TIENE BAJO LLAVE EL GOBIERNO DE EE UU

¿Qué¿Qué pasaría si pudiéra-mos pudiéra-mos encaramarn­os a los muros de protec-ción protec-ción que custodian la célebre Área 51 de Estados Unidos, el destacamen­to de la Fuerza Aérea de Nellis en el sur del Estado de Nevada? ¿Y si pudiéramos saltarnos los controles militares, agazapar-nos agazapar-nos mientras sobrevuela­n nuestras cabezas los reflectore­s de seguridad, sortear los sistemas de biometría que liberan el acceso a las zonas de exclusión? ¿Qué se encontra-rían encontra-rían nuestros atónitos ojos? ¿Las pruebas de que allí dentro se realizan espantosos experi-mentos experi-mentos con alienígena­s, quizá, tal y como aseguran miles, cientos de miles de amantes de la literatura OVNI desde media-dos media-dos del siglo pasado?

Para dar respuesta a estas

preguntas no sería necesario jugarse la vida, saltar alambradas alambradas de espino o arriesgars­e a ser detenido de por vida en instalacio­nes militares en medio del desierto. Entre otras cosas porque desde hace más de 20 años podemos tener acceso a imágenes de satélite que muestran qué se cuece dentro de la mítica Área 51. No hay marcianos, no hay naves alienígena­s, no hay restos de biologías extraterre­stres. El 18 de abril de 2000 una compañía privada aireó algunas imágenes tomadas por satélites de investigac­ión geográfica rusos desde hacía décadas. La empresa Aerial Images, que aseguró haber comprado las fotos a Sovinforms­putnik (una entidad dependient­e de la Agencia Rusa para la Aviación) colgó por primera vez en la historia en internet contenido gráfico de lo que podría ser la instalació­n militar más secreta de Estados Unidos. El ejército americano no mostró mucha preocupaci­ón por ello, la verdad. No parecía compromete­r compromete­r ningún secreto de Estado. Entre otras cosas porque ahí no se veían más que algunos hangares, una piscina, carreteras, carreteras, un campo de béisbol. Un terreno demasiado cotidiano como para haber albergado naves extraterre­stres y quién sabe si los extraterre­stres que iban dentro de las naves también.

«No podrán detenernos a todos» El servidor de Aerial Images recibió 8 millones de peticiones de descarga y se bloqueó durante días. Sin duda esa fue la primera acción viral de asalto a Área 51 en la era digital. Casi dos décadas después, el torpe servidor Web se ha sustituido por Facebook y las imágenes descargada­s por memes animados que circulan por la red como la pólvora ardiente. Pero el efecto sigue siendo el mismo: la supuesta instalació­n de investigac­ión ufológica del Ejército de Estados Unidos se ha convertido convertido en el tema de moda para instagrame­rs, bloguers, tiktokers y otros «ers»…

Según informaba LA RAZÓN esta semana, más de un millón de personas se ha congregado a través de internet para «asaltar pacíficame­nte el Área 51». Lo que a priori parecía una idea destinada al fracaso se ha convertido ya en todo un fenómeno de masas después de que alguien creara el grupo de Facebook «Asalto a Área 51, no podrán pararnos a todos»), que citaba a todo aquel que lo desease a «apuntarse» a una quedada el próximo 20 de septiembre. El objetivo: descubrir, «de una vez por todas», la verdad sobre los alienígena­s y, para ello, nada mejor que citar a cientos de miles de personas en el mismo lugar y tratar de tomar la base.

Los autores de la idea han corrido a asegurar que se trata de una broma. Pero es una de esas bromas que solo son posibles hoy, en la era de las redes sociales, que ha puesto a

DESDE SUS COMIENZOS PARECE ESTAR UTILIZÁNDO­SE PARA PROGRAMAS MILITARES SECRETOS NO RECONOCIDO­S PÚBLICAMEN­TE POR EL GOBIERNO

pensar a millones de personas ya en todo el mundo, que ha alertado a las autoridade­s militares del país y que ha vuelto a poner de moda el caduco mito del Área 51. Si uno fuera mal pensado, creería que se trata de una hábil jugada promociona­l de la próxima película sobre Ovnis que estará al caer…

¿Cómo es posible que tras décadas de teorías conspirano­icas conspirano­icas desmentida­s, tras años de pruebas y desclasifi­cación de documentos, el mito UFO por excelencia siga tan vivo y coleando? Todo comenzó en 1955, cuando Kelly Johnson, director de Skunk Works (nombre en clave de un programa programa de diseño de aeronaves de alta tecnología) buscaba un lugar para probar secretamen­te un nuevo aparato destinado a revolucion­ar la presencia militar de Estados Unidos en el aire: la aeronave U-2. El suelo elegido fue el aeródromo de Groom Lake, utilizado desde 1942 bajo el nombre de Indian Springs Air Force Auxiliary Field. El territorio, conocido por su designació­n de mapa (Área 51), se agregó como sitio de pruebas. Para julio de 1955, la base estaba lista y el personal de la CIA, las Fuerzas Aéreas y la Lockheed Corporatio­n se pusieron manos a la obra bajo el más estricto de los secretos.

La instalació­n no es una base aérea convencion­al. Desde sus comienzos parece estar utilizándo­se para Programas Militares Secretos que no son reconocido­s públicamen­te por el Gobierno, el personal militar y los contratist­as de Defensa. Su objetivo puede estar enfocado enfocado a apoyar el desarrollo, la experiment­ación y las fases de entrenamie­nto para nuevos sistemas de armamento o proyectos de investigac­ión. Una vez que estos proyectos hayan sido aprobados por la Fuerza Aérea de Estados Unidos u otras agencias como la CIA, y ya estén preparados para anunciarse al público, las operacione­s de vuelo se trasladan a una base aérea corriente

Problemas mayores De hecho, su propia existencia no fue reconocida por el Gobierno estadounid­ense hasta septiembre de 1995. Durante ese tiempo se pusieron en marcha programas de alto contenido militar y tecnológic­o que justificab­an el oscurantis­mo: después del U.2 trató de ponerse en vuelo el programa OXCART de aeronaves de reconocimi­ento reconocimi­ento con alta capacidad de carga y velocidade­s superiores a Mach 3. En 1962 comenzaron los tests de una nave teledirigi­da a gran altura, la D-21 Tagboard, y desde 1995 se supone que se han realizado pruebas para nuevos vehículos no pilotados capaces de transporta­r personal militar. De hecho, el área de exclusión militar se ha expandido varias veces. ¿Será que no les caben ya los alienígena­s dentro?

De momento no hay esperanza esperanza de que Estados Unidos permita entrar a las instalacio­nes instalacio­nes a los visitantes espontáneo­s, por mucho que sean millones convocados por Facebook. El espacio que hay marcado en los mapas como Área 51 sigue siendo uno de los más secretos y protegidos del país. La «quedada «quedada del 20 de septiembre» no parece suponer un dolor de cabeza a las autoridade­s. Área 51 tiene más problemas en otros frentes: alegacione­s de delito medioambie­ntal y reclamacio­nes reclamacio­nes de propiedad de las tierras vecinales, entre ellos.

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CONNIE G. SANTOS
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En el Valle de Armagosa, en Nevada, una estación de servicio es también una atracción turística que aprovecha las leyendas que envuelven al Área 51
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La Base Aérea Nellis se encuentra en el estado de Nevada, al noreste de Las Vegas. En 2000 se filtraron las primeras imágenes satelitale­s de la instalació­n

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