70 % de las bases apoya un gobierno de coalición
La consulta contó con mucha menor participación que la de la polémica del chalet
Pocas horas más tarde de que Pedro Sánchez se negara a incorporar a Pablo Iglesias en su futuro gobierno llegaba el resultado de la consulta a las bases que Podemos había lanzado la semana pasada. Los resultados blindan al líder morado y le legitiman para seguir exigiendo su entrada en el Gobierno socialista, a pesar de los vetos que llegan desde el PSOE. Un 70 por ciento de los militantes del partido que han participado en la consulta quieren un gobierno de coalición sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a los votos obtenidos. Frente a esta cifra, un 30% se ha decantado por la opción de favorecer la investidura del candidato socialista sin exigir nada a cambio.
Esta consulta obliga por reglamento al partido a cumplir con la directriz que las bases han marcado, es decir que el próximo martes y jueves, los 42 diputados y diputadas de Unidas Podemos deben votar no a la candidatura de Pedro Sánchez.
En la citada consulta a la militancia han participado un total de 138.488 personas, una cifra inferior en casi 50.000 votos a la de otros procesos como en el que preguntaba por la continuidad al frente de Podemos de Pablo Iglesias y de Irene Montero tras la compra de la casa de Galapagar, en la que participaron 188.000 personas. El censo que cuenta el partido cuando apela a estas herramientas es el de los militantes activos, es decir, el número de personas que en el último año han participado en alguna de las votaciones que lanza la formación o que han entrado en el perfil de la página oficial del partido, un total de 190.000 personas de los 519.750 inscritos que posee la formación morada.
Esta es la segunda consulta que el partido hace en sus cinco años sobre como deben votar sus diputados ante una investidura. En 2016 ya rechazaron sus bases apoyar al entonces candidato socialista Pedro Sánchez, cuando se presentó a la investidura tras las elecciones de 2015. En ese entonces, el 88,23 por ciento de quienes participaron (150.000 personas) en la pregunta interna se negaron a apoyar el pacto suscrito entre Sánchez y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.
La nueva consulta había irritado profundamente a su socio socialista que había llegado a tildar la consulta de una gran mascarada al considerar que las dos opciones de la votación eran una trampa para consolidar su «no» a la investidura del candidato socialista.