ESTADOS UNIDOS NO HA CAMBIADO
Investigador en el Hudson Institute. Preguntas de Álvaro Gómez-Chaparro
¿La población estadounidense se está radicalizando gracias a políticos como Donald Trump y actos como el de ayer en Greenville?
Las élites estadounidenses se están dando cuenta de que muchas personas en el país no comparten su tolerancia. Las opiniones de los ciudadanos sobre asuntos como la raza han evolucionado mucho menos de lo que parecía, y esto es una sorpresa para ellos. Últimamente, también hemos podido entender que no todo el país comparte una única idea acerca de qué es racismo y qué no lo es. Quienes no se han planteado qué puede ser racismo, simplemente ven al máximo líder de la nación contradiciendo lo que otros han venido diciendo al respecto sobre el tema. Considero que esto es más un problema de confusión, no radicalización.
¿El cambio ideológico visto entre los conservadores puede provocar un cisma en el Partido Republicano?
Hay muchas fuerzas e intereses en el sistema político estadounidense que presionan para mantener el bipartidismo. En lugar de un cisma, habrá personas que, simplemente, estarán a disgusto dentro del Partido Republicano. No será hasta la próxima elección presidencial cuando sabremos si el partido ha cambiado tanto.
En el mitin de Greenville, el presidente mandó mensajes muy simples. ¿Es esta una estrategia para no abordar problemas más graves?
Donald Trump es una persona más pragmática que estratégica. Él intenta ganarse a sus seguidores con la retórica; a veces funciona y llama la atención, otras veces no. Píldoras sobre empleo, economía, emigración, son fáciles de asimilar. La tensión con Irán, por ejemplo, puede percibirse como un problema grave por algunos, aunque hay pocas evidencias que sugieran que los votantes lo perciben así. Es demasiado complejo, con muchos matices.