Mi hijo ya no lo es

Dirección: Lee Cronin. Guión: Lee Cronin, Stephen Shields. Intérpretes: Seána Kerslake, James Cosmo, Kati Outinen. Irlanda, 2018. Duración: 90 minutos. Terror.

LaLa Naturaleza como fuerza sobrenatural, maligna, vengativa, quizá harta de que los humanos la pisoteen sin contemplaciones, la quemen, la violenten, la hieran de muerte. Sarah es una joven madre que se muda a un pueblo irlandés con su hijo Chris para comenzar de nuevo y escapar de un pasado tormentoso, aunque el debutante Lee Cronin deslice pocas pistas sobre el mismo. Un día, el niño se pierde en el húmedo, oscuro bosque que rodea la casa y probablemente haya caído en un inmenso cráter que

parece sorprender poco a quienes viven cerca de él. Más tarde, reaparece ileso. Pero está distinto. Poco a poco, Sarah va descubriendo los cambios, atando cabos (una mujer le asegura que dentro de Chris existe una diabólica entidad) y cogiéndole un miedo atroz. Ambigua y un poco confusa, sí que por momentos provoca susto (esa manita de Chris «transformada» en araña, la aparición de un cadáver con la cabeza enterrada...); lástima que, tras el desenlace, nos quedemos con cara de pasmados. ¿Pero qué pasó aquí?

Su opresiva y amenazante atmósfera, y momentos como los de la «mano araña»

Es una buena historia, pero parece que ni el director tenía muy claro cómo terminarla