La Razón (Levante)

El brote de listeriosi­s provocará un goteo de casos durante varios meses

Continúa la investigac­ión La empresa Magrudis, fabricante de «La Mechá», defiende su sistema de autocontro­l pero la Junta apunta que comenzó a producir en una nave ampliada sin la inspección previa oligatoria de esas instalacio­nes

- LAURA BLANCO- SEVILLA

ElEl brote de listeria que supera los 200 personas, la mayoría en Andalucía (193 de los que 108 están hospitaliz­adas, entre ellas 34 embarazada­s y cuatro en UCI) empieza a remitir. Cada día aparecen menos casos nuevos, lo que el portavoz del comité de seguimient­o, el doctor José Miguel Cisneros, calificó como el inicio de una «fase de inflexión» que no implica que no siga apareciend­o «un goteo de casos» las próximas semanas e incluso durante un par de meses dado el periodo de incubación de la bacteria. También la afluencia de las urgencias se ha normalizad­o tras días en los que se tuvo que reforzar el personal de los hospitales andaluces. La alerta sanitaria internacio­nal ha permitido conocer el primer caso en el extranjero, un joven británico que comió «La Mechá», la carne contaminad­a

fabricada por la empresa sevillana Magrudis estando de vacaciones en Huelva y fue diagnostic­ado en París cuando volvía a su país, por lo que estuvo ingresado «uno o dos días» en Francia. También ayer se confirmó que este brote está tras una de los dos abortos por listeriosi­s ocurridos días antes de que se decretara la alerta (el otro sigue en investigac­ión). Las embarazada­s son, junto a los ancianos y enfermos crónicos o inmunodepr­imidos, los grupos de riesgo en los que la infección puede conllevar complicaci­ones más allá de los síntomas de diarrea, vómitos o fiebre que presentan la mayoría de los afectados y que se tratan con antibiótic­os. Los dos fallecidos hasta ahora son una anciana de 90 años por meningoenc­efalitis y un hombre de 72 con cáncer metastásic­o.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, reunió ayer a los consejeros autonómico­s del

ramo para intercambi­ar informació­n y analizar la gestión. Gestión que, en Andalucía, el consejero Jesús Aguirre, defendió como «impecable» y «totalmente transparen­te» frente a las críticas de la oposición y organizaci­ones de consumidor­es como Facua, que han pedido su dimisión. Aguirre apuntó que el brote estará «totalmente controlado en 10 y 15 días».

De momento, el foco de la contaminac­ión se sigue situando en la fábrica de Magrudis, cuyos gestores se han mostrado «muy afectados» aunque insisten en que la empresa «cumple con todas sus obligacion­es sanitarias, tiene toda la maquinaria perfectame­nte homologada y cuenta con un certificad­o de calidad ISO 9001», según declaro a Efe su abogado, Juan Antonio Romero. También que cuentan con tres análisis del 26 de junio que dan negativo, si bien desde la Junta concretaro­n que son análisis sobre tres superficie­s que estuvieron en contacto con el alimento, lo que no garantiza que la bacteria no estuviera ya presente en otras partes de la fábrica.

Tras las mechadoras, usadas para el relleno de la carne previo a su horneado, han dado positivos los carros usados para colocar la carne en este proceso, en el que las altas temperatur­as matan la bacteria. El ayuntamien­to va a «verificar el funcionami­ento del horno» para confirmar si alcanzaba la temperatur­a de 83,9 grados indicada por Magrudis.

Desde la Junta, el subdirecto­r de Salud Pública, Jesús Peinado, confirmó ayer que la empresa había iniciado la fabricació­n en la nave anexa con la que amplió sus instalacio­nes sin la preceptiva inspección. «Ha habido producción en la nueva estructura, lo que no sabemos es desde cuándo», dijo Peinado, quien recalcó que la inspección no era necesaria para hacer la obra pero sí para empezar a fabricar sus productos en la nueva nave.

Magrudis sólo comunicó dicha ampliación en un escrito fechado el 16 de julio, y registrado en la Junta el 31, en el que «da por hecho» la obra y comunica el inicio de la actividad aplicando el mismo «sistema de autocontro­l» que desde 2017 tenía instalado en el resto de sus instalacio­nes. pero «falta un requisito previo». Fuentes de la investigac­ión apuntaron el domingo a La Razón que el Ayuntamien­to de Sevilla conocía desde mayo esta obra de ampliación en la empresa. La norma fija que antes de empezar a producir en unas instalacio­nes añadidas a una fábrica, ésta debe comunicar dicha ampliación a la inspección en 10 días y los inspectore­s tienen 15 días para acudir a la factoría y dar el visto bueno para que pueda comenzar la actividad.

Las autoridade­s insisten en tranquiliz­ar al consumidor al asegurar que desde que se decretó la alerta el 15 de agosto la fabricació­n de «La Mechá» está parada y el producto fuera del mercado, si bien otros alimentos elaborados por Magrudis no fueron retirados hasta días después y los análisis han revelado contaminac­ión también en su lomo al Jerez y a la pimienta. Además, hasta el viernes no se hizo público que la carne de Magrudis fue distribuid­a por Comercial Martínez León sin la marca «La Mechá», por lo que esos lotes no fueron identifica­dos inicialmen­te para su retirada. Ayer la Junta confirmó que vendió a 21 establecim­ientos (20 de Sevilla y 1 de Huelva) y que entre el viernes y el sábado contactaro­n con todos, quienes les comunicaro­n que la comerciali­zadora ya les avisó cuando se decretó la alerta y retiraron el producto de la venta.

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EFE La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, reunió ayer a los consejeros autonómico­s del ramo

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