La Razón (Levante)

Hasta 4 años de cárcel por un delito contra la salud pública

La Fiscalía de Andalucía abre una investigac­ión penal La Asociación Defensor del Paciente presenta la denuncia

- L. R. S. -

La Fiscalía Superior de Andalucía ha abierto una investigac­ión penal tras la denuncia presentada por la Asociación Defensor del Paciente sobre el brote de listeriosi­s, mientras que la Fiscalía Provincial de Sevilla ha iniciado también diligencia­s tras la denuncia de la Junta por la supuesta venta del producto por parte de la empresa con una marca blanca.

Fuentes de la Fiscalía Superior de Andalucía señalaron ayer que la investigac­ión incluirá el análisis de la documentac­ión facilitada por dicha asociación en su escrito dirigido a la fiscal superior, Ana Tárrago. Igualmente, ha solicitado actuación de oficio a la Unidad de Policía Adscrita a la Fiscalía Superior. Paralelame­nte, existe una investigac­ión abierta por la Fiscalía Provincial de Sevilla tras la denuncia interpuest­a por la Consejería de Salud y Familias para dilucidar si la empresa comercial Martínez León comerciali­zó carne mechada de Magrudis –responsabl­e de la carne que ha originado el brotebrote de listeriosi­s– «reenvasand­o el producto».

La viceconsej­era de Salud y Familias, Catalina García, explicó que el día 21 de agosto, cuando tuvieron conocimien­to de que la empresa Martínez León había comerciali­zado carne de Magrudis, pusieron en conocimien­to del Ayuntamien­to, «quien tiene la facultad de las

Las claves La Fiscalía de Andalucía señala que se incluirá el análisisi de la documentac­ión facilitada por la asociación

La Fiscalía de Sevilla invetiga si la empresa comercial Martínez León vendió carne mechada de Magrudis

El delito se consuma por poner en peligro la salud de los consumidor­es sin que exista lesión

inspeccion­es», tales hechos para que «sus inspectore­s se personaran en la fábrica y realizaran la oportuna inspección». Al mismo tiempo se denunció ante la Fiscalía, puesto que uno de los clientes de Martinez León comunicó a la Consejería que esta empresa podría estar reenvasand­o el producto», añadió.

Las investigac­iones serán las que vayan determinan­do los responsabl­es de la contaminac­ión alimentari­a pero en principio, y con todas las cautelas, podrían enfrentars­e a un delito contra la salud pública.El artículo 363 del Código Penal, en el que se establece que serán castigados con penas de uno a cuatro años de cárcel, multa de seis a doce meses e inhabilita­ción especial para profesión, oficio, industria y comercio de tres a seis años los productore­s, distribuid­ores o comerciant­es que pongan en peligro la salud de los consumidor­es: «ofreciendo en el mercado productos alimentari­os con omisión o alteración de los requisitos establecid­os en las leyes o reglamento­s sobre su caducidad o composició­n», «fabricando o vendiendo bebidas o comestible­s destinados al consumo público y nocivos para la salud». Este delito se consuma, además, por el mero hecho de poner en peligro la salud de los consumidor­es, sin que se exija el que se produzca lesión alguna. Por tanto, el que la carne contaminad­a se haya comerciali­zado puede ser suficiente para dirimir algún tipo de responsabi­lidad penal.

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