LA SANGRE BLANCA DE FEDE VALVERDE
Más como Valverde en mi equipo. Siempre. El canterano que se sacrifica por sus compañeros, por todos. Es la irrupción más escandalosamente positiva en los últimos diez años. Sangre madridista que contagia al vestuario, en el césped, al equipo. El alma y la garra que mostró ayer Fede Valverde representó lo que significa el carácter madridista en las finales, las que siempre gana Zidane.
Nunca darle por muerto
Muchos daban por muerto a este equipo campeón tras las bajas de Bale, Hazard y Benzema, pero esto es el Madrid. Zidane dio con la tecla para suplir esas ausencias que serían no ya importantes, sino decisivas quizá en cualquier equipo del mundo, pero el técnico francés lo maneja todo desde la tranquilidad. Así saca el mayor rendimiento siempre a sus jugadores, con eso y con sus conocimientos técnicos, que ya va siendo hora de valorarlos como se debe. Y es que cuando se da por muerto al Madrid, esto es lo que pasa, que gana una y otra vez.
¡Gracias uruguayo! En Arabia Saudí volvió a salir no sólo el ADN del uruguayo, del centrocampista para todo, de la casta de Valverde, sino también el que caracteriza la historia de este club, la del mejor del mundo. Bravo una vez más por este MADRID grande, sabiendo estar y esperar esa presión que define a los más grandes en los momentos cruciales, esos en los que no pesan las piernas y se saca pecho con el escudo ganador. Bravo también Courtois, que salvó al equipo las acciones de mayor peligro del Atlético. Sobre todo, ¡bravo Valverde! Hizo una entrada que le costó la expulsión justamente y, aunque a algunos no les gustase es evidente que esa acción dejó al equipo con diez en los suspiros finales, pero...salvó el posible gol de Morata. ¡Gracias Valverde, gracias uruguayo!