El fiscal cree que Echávarri despidió a la cuñada de Barcala por venganza
El fiscal mantiene que el exalcalde de Alicante por el PSOE Gabriel Echávarri despidió a una trabajadora municipal, la cuñada del actual alcalde de la ciudad, Luis Barcala (PP), «por venganza» y «como represalia» tras la denuncia del grupo popular por el denominado «caso Comercio» o supuesto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de esta área.
En el juicio por este despido, que quedó ayer visto para sentencia, el representante del Ministerio Público, José Llor, incidió en que Echávarri actuó «por motivos espúreos» con una «clara desviación de poder» al ordenar el cese de la trabajadora municipal «por venganza» y «como represalia» contra el actual alcalde popular, después de presentarse la denuncia por el «caso Comercio», por el que fue condenado más tarde el político socialista.
El fiscal solicita diez años de inhabilitación para Echávarri como responsable de un presunto delito de prevaricación administrativa, tras incidir en que ordenó el cese de dicha trabajadora interina, Catalina Rodríguez, con «urgencia», solo dos días después de que el grupo municipal del PP registrase la denuncia del «caso Comercio».
Según Llor, esa rapidez no fue casual, pues el objetivo de Echávarri era que se supiese que el despido se acordaba como consecuencia de esa denuncia.
En esta línea, expuso que el entonces alcalde socialista tomó la decisión sin disponer de ningún «expediente», pese a que, en el mensaje publicado en su muro de Facebook tres días después del despido, el propio Echávarri tratase de explicar su decisión señalando que «había acelerado la decisión sobre el expediente que llevaba meses sobre su mesa».
A su juicio, «ese expediente no existía», ya que solo se ha aportado «una resolución del Síndic de Greuges en la que se apremiaba a regularizar la situación de todos los trabajadores interinos del ayuntamiento, más de 300».