Dieciocho meses de cárcel para Jaime Botín
Se le acusa de un delito de contrabando de bienes por intentar sacar un Picasso de España sin permiso
ElEl ex presidente de Bankinter, Jaime Botín, ha sido condenado a dieciocho meses de prisión por un delito de contrabando de bienes culturales al intentar sacar del territorio nacional sin permiso el cuadro de Pablo Picasso «Cabeza de mujer joven». En la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 27 de Madrid, sobre la que cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid, se establece que la propiedad del cuadro sea del Estado en aplicación de lo previsto en el artículo 29 de la Ley de Patrimonio Histórico Español. Además, se le impone una multa de 52,4 millones de euros, el doble de la tasación de la obra pictórica, con responsabilidad subsidiaria, en caso de impago, de dos meses de privación de libertad. Jaime Botín ha sido también condenado al pago de las costas procesales, incluidas las de la Abogacía del Estado.
La Fiscalía pedía para él una pena de cuatro años de cárcel y una multa de 100 millones de euros. Botín adquirió la obra en 1977 y se puso en contacto con la casa de subastas Christie’s con el objetivo de venderla en Londres en febrero de 2013. Para su exportación, debía pedir permiso al Ministerio de Cultura al estar catalogada como patrimonio histórico y encontrarse en España. Cultura denegó la autorización en diciembre de 2012 al tratarse de una obra de Picasso del período «gósol», sin parangón en nuestro país por su influencia en el cubismo.
Intención de venderlo
La sentencia recoge que Botín, «pese a ser plenamente consciente de la prohibición administrativa», trasladó el cuadro a la goleta «Adix», de su propiedad, con la finalidad de sacarla de España desde el puerto de Valencia. En una inspección del buque, la Guardia Civil instó al banquero a que realizara una declaración de bienes a bordo, en la que no incluyó la pieza de Picasso. El cuadro llegó al puerto de Calvi, en Córcega, por vía marítima y la intención de Botín era trasladarlo en avión a Ginebra (Suiza), pero antes las autoridades francesas localizaron la obra en la goleta.
Según la titular del Juzgado número 27, Botín cometió un delito de contrabando a consecuencia de la «exportación ilegal» del cuadro pese a la «prohibición expresa» de las autoridades españolas. Una vez llegó el cuadro a Córcega, sostiene, «ya se había consumado el delito», pues Cultura había declarado «inexportable» la obra. Fechada en 1906, «sobra toda discusión en torno a la calificación del bien como de interés cultural». Si la obra tiene más de cien años, recuerda, según la ley hay que pedir autorización para sacarla de España. La magistrada considera probado que la primera intención del banquero «era venderla a través de Christie’s».