China crece a su peor ritmo en 29 años
La guerra comercial y la caída de la inversión frenan el ritmo del PIB hasta el 6,1% El gigante asiático arrastra una desorbitada deuda que triplica el tamaño de su economía
Con paso lento pero firme. Así es como continúa avanzando China, cuyo PIB creció en 2019 un 6,1%. La cifra, aunque supone el ritmo más bajo en 29 años y pone de relieve la desaceleración que experimenta el gigante asiático, muestra cómo el país sigue avanzando y cumple con lo esperado por sus autoridades, que calculaban un crecimiento entre el 6% y el 6,5%. Pese a que no había crecido a un ritmo tan bajo desde que en 1989 la matanza de Tiananmen rebajara la cifra hasta el 3,9%, el dato mantiene al país en su objetivo de doblar su tamaño para 2020 y cumple con las previsiones del FMI y del Banco Mundial.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) hizo públicos estos datos anteayer, un día después de la firma del acuerdo con el que Pekín y Washington buscan frenar una guerra comercial que, junto a la desaceleración de la inversión, han marcado este ejercicio. La ONE reconoció los «crecientes riesgos y desafíos tanto a nivel nacional como internacional», y espera que la tregua pactada entre China y EE UU y los estímulos oficiales reaviven el crecimiento. Para Rajiv Biswas, economista jefe de Asia Pacífico de IHS Markit en Singapur, «las perspectivas para 2020 son de un crecimiento sólido y continuo, impulsado por el acuerdo comercial y el impacto positivo continuo de las medidas de estímulo de la política fiscal y monetaria del gobierno chino».
Por su parte, Ning Jizhe, jefe de investigación de la ONE, estima que el 58% del crecimiento de China en 2019 se debió al consumo interno, con una inversión que estimó en un 31%. Pero esa contribución fue menor que en 2018, por lo que todavía queda camino por recorrer en el cambio de modelo económico que busca Pekín, que pretende pasar de un sistema basado en la producción de manufacturas y las exportaciones a otro en el que el consumo interno y la innovación soporten el grueso de sus cifras.
Según esta organización, China logró crear en 2019 más de 13,5 millones de empleos urbanos –situando la tasa de paro en las ciudades en un 3,6%– y que la renta per cápita sobrepasara por primera vez los 10.000 dólares (8.980 euros). Pese a lo positivo de estos datos, los expertos contemplan el futuro con incertidumbre por los grandes retos a los que se enfrenta el país, como la gestión de una deuda equivalente al 310% del PIB chino o la disminución de la tasa de natalidad. El Gobierno intentará cumplir este año con la estabilización estructural de su economía, y la paz comercial será un elemento clave.