La gran tómbola populista
El presidente mexicano, Manuel López Obrador, se mueve en ese «mundo de sombras», entre el populismo y el pragmatismo, en una potencia atrapada en pantanos de corrupción, narco y pobreza. Una eterna promesa, para el gigante de Latinoamérica que nunca despierta. Por eso el truco del avión, o los recortes de sueldos presidenciales ya utilizados por otros mandatario del continente, solo funciona si va acompañado de medidas efectivas.
En otro de sus discursos celebres –que a veces suenan a chiste– el mandatario dijo: cada uno podría comprar un billete de lotería por el equivalente a 25 dólares. «Una rifa. 500 pesos. Seis millones de cachitos. La Lotería Nacional. A ver, lo explico: estamos hablando de opciones. Yo estoy transmitiendo información, la gente va a decidir qué es lo mejor». La propuesta rápidamente generó comentarios, especialmente jocosos, entre usuarios de redes sociales hasta convertirse en tendencia en Twitter. De hecho «el pueblo» rápidamente recordó otra de sus intervenciones célebres, ataviado con un sombrero indígena, medio torcido, y en supuesto estado de embriaguez. Otra de las alternativas que explora el Gobierno es entregarle el avión a Estados Unidos a cambio de equipos médicos para abastecer los hospitales más pobres. «Formalmente se le dio a conocer al gobierno de Estados Unidos que estamos nosotros solicitando que se lleve a cabo un intercambio, que se entrega el avión a cambio de que nos den el equivalente en dinero en equipos médicos: ambulancias, tomógrafos, equipos de rayos X, todo lo que necesitamos en hospitales», sugiere López Obrador. Se le ocurre, además, que la Fuerza Aérea Mexicana podría rentar por horas el avión presidencial a quienes estén interesados en usar un Boeing 787 Dreamliner, comprado durante el gobierno de Felipe Calderón, uno de los ex presidentes acusado de formar parte de un cártel del narco.