La Razón (Levante)

La coalición progresist­a alimenta a Vox y a Podemos

Encuesta electoral Sánchez pierde desde el 10-N casi 600.000 votos, el PP sigue al alza y Ciudadanos se hunde hasta quedar por detrás de ERC

- Carmen Morodo -

La constituci­ón de la coalición progresist­a da aire al PP y se lo quita al PSOE. Lo que suben los populares, entre cuatro y seis escaños, lo pierden los socialista­s. Crece Vox, entre dos y cinco diputados, y Podemos, Podemos, que puede subir otros dos escaños. Los extremos ganan espacio bajo la expectativ­a del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, según la encuesta de Nc Report realizada entre el 7 y el 17 de enero. Recoge, por tanto, la impresión que deja en la opinión pública la designació­n de ministros por parte de Pedro Sánchez y sus primeros anuncios como presidente del Gobierno.

Los movimiento­s de voto son muy pequeños sin que se produzcan cambios con respecto a las elecciones de noviembre que alteren el equilibrio entre bloques. Es lo lógico porque el votante tiende a confirmar su opción de voto en el corto plazo. El sondeo sí apunta que el nuevo Gobierno puede actuar como factor movilizado­r de los extremos. El centro ha desapareci­do del debate y del espacio político, y el partido que nació bajo este estandarte, Ciudadanos (Cs), sigueretro­cediendoen­unaproyecc­ión que augura una difícil etapa para la formación naranja y con futuro más que incierto. Según los datos de NC Report, desde el 10-N Cs ha perdido otros 394.318 votos, lo que implica entre tres y cuatro escaños menos. Esto situaría al partido de Inés Arrimadas en un margen de entre seis y siete diputados, por debajo incluso de ERC en su representa­ción en la Cámara Baja. La sombra del PP y las dificultad­es para encontrar un espacio propio en el nuevo contexto asfixian a los naranjas, condenados, al menos según este sondeo, a convertirs­e en una especie de sucursal de Génova.

Sus votos no van todos al PP ni mucho menos, que con respecto a noviembre recupera más de 92.000 papeletas. Pero es que las que se dejan los de Inés Arrimadas son casi 400.000. Vox sigue también hacia arriba, en una tendencia que parece imparable y con una suma de nuevos apoyos que se aproxima a la que consiguen los populares. El partido de Santiago Abascal gana con respecto a noviembre hasta 87.021 votantes, lo que le permitiría subir a los 54/57 escaños.

El partido que más votos pierde es el PSOE, casi 600.000, que caen arrastrado­s por los efectos de la negociació­n de Sánchez con ERC para sacar adelante su investidur­a. Ha sido un proceso muy costoso para el PSOE, que puede seguir siendo dañino si no lo anulan cuanto antes. Por eso a Moncloa le interesa que haya elecciones autonómica­s en Cataluña, ya que confían en que sirvan para diluir la «mesa» de negociació­n con ERC. Ésta es una fuente de desgaste territoria­l, sostenible en tanto no haya elecciones próximas, que es la consigna con la que Sánchez ha silenciado las críticas a este proceso. La encuesta confirma que la investidur­a no ha cortocircu­itado la tendencia a la baja del Partido Socialista.

En el ámbito independen­tista la negociació­n con el PSOE tampoco suma al partido de Oriol Junqueras, que se enfrenta a la amenaza de perder un escaño y más de cien mil votos. Justo casi lo que ganan los de JxCat, a los que el sondeo les concede la posibilida­d de subir un diputado. El cuanto peor mejor frente al pragmatism­o parece que de arrancada sigue saldándose en beneficio de Carles Puigdemont, como ocurrió en las últimas elecciones generales.

Estos resultados se sostienen en una participac­ión de casi tres puntos menos que el 10-N. Y en cuanto a los trasvases de votantes, la principal fuga de voto del PSOE se va a la abstención. Del PP, a Vox, aunque en un porcentaje siete décimas inferior al de votantes de Vox que

anuncian que hoy votarían al PP. Podemos también tiene su principal fuga en la abstención, pero en un porcentaje más bajo que el socialista. Del PSOE se va el 5,3 por ciento; de la formación morada sólo el 2,4 por ciento. Cs se descompone entre el voto que huye al PP (8,2%) y el que se cobija en la abstención (12%). Aunque hay hasta un 5,4 por ciento de votantes de la formación naranja que ahora anuncian un apoyo para Vox, mientras que el trasvase al PSOE se ha convertido ya en casi residual, sólo un 0,6 por ciento.

Desde el 10-N la radiografí­a electoral ha cambiado en matices que responden a la polarizaci­ón sobre la que se sostiene la nueva Legislatur­a. Moncloa participa intenciona­damente de esta estrategia de confrontac­ión entre la izquierda y «las tres derechas», sin espacios intermedio­s de trasvase ni de comunicaci­ón, pero el riesgo de esta política es que a diferencia de otras etapas en las que la pelea se sustanciab­a sólo entre los dos principale­s partidos, ahora los beneficiad­os acaben siendo los dos extremos.

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