Las mujeres «acosadas» por el presidente
Un nuevo escándalo sexual salpica la reelección del mandatario de EE UU
A menos de dos meses para la cita electoral del 3 de noviembre, la denuncia de abuso sexual de una mujer salpica las aspiraciones del presidente Donald Trump hacia la reelección. La ex modelo estadounidense Amy Dorris acusa a Trump de haberla agredido sexualmente en septiembre de 1997 durante la US Open de Nueva York. Dorris detalla que Trump la abordó por sorpresa en el baño del palco privado desde el que veían el campeonato de tenis, intentó besarla introduciéndole la lengua en la boca sin su consentimiento y la agarró con fuerza para que ella no pudiera escapar, tocándole todo el cuerpo.
El periódico «The Guardian» daba a conocer la noticia después de contar el testimonio de la ex modelo en exclusiva. Unos hechos que sucedieron, según Dorris, cuando ella tenía 24 años y Trump 54 y que, asegura, le hicieron sentir «enferma» y «violada». «No, por favor detente», le suplicó Dorris, pero a él no le importó.
El magnate intentó besarla introduciéndole la lengua en la boca sin su consentimiento en el Open de Nueva York
El voto femenino no castigó al republicano en 2016. Hillary Clinton consiguió menos apoyos incluso que Obama
importó. «Cada vez que alguien dice que no, no significa que no. Pero eso no funcionó para mí. No fue suficiente», indicó la ex modelo, añadiendo que tras la agresión quedó «en estado de shock». «Me sentí violada, pero no lo pude procesar. Solo traté de volver al palco para hablar con todos y pasar un buen rato». Dorris ha presentado pruebas de fotografías tomadas durante ese torneo junto al magnate en el palco VIP, así como el testimonio de amigos que tuvieron constancia de los hechos ocurridos hace 23 años, cuando Trump estaba casado con su segunda esposa, Marla Maples. El actual presidente de EE UU niega categóricamente la acusación en su contra a través de sus abogados, que consideran esta denuncia como respuesta a motivaciones políticas, a falta de pocas semanas para las elecciones. Pero lo cierto es que otros escándalos de abuso y acoso sexual ya salpicaron su candidatura de 2016, cuando una veintena de mujeres denunciaron haber sufrido situaciones incómodas con el candidato republicano.
La propia Dorris se planteó unirse a esas denuncias en 2016, pero asegura que quiso evitar la repercusión en su familia. «Ahora siento que mis hijas, a punto de cumplir 13 años, no deben dejar que nadie les haga algo que no quieran. Prefiero ser un modelo a seguir para ella», explicó, añadiendo: «Quiero que vean que no me quedé callada, que me enfrenté a alguien que hizo algo inaceptable. No hice nada para animarlo a tocarme». Entre la otra veintena de víctimas que denunciaron acoso o abuso sexual por parte de Trump destacan muchas historias del pasado, remontándose a décadas atrás, pero también otras más recientes. Alva Johnson, por ejemplo, trabajó en su campaña presidencial de 2016 y aseguró que el republicano la besó sin su consentimiento en una reunión previa a un mitin electoral en Florida. O Rachel Crooks, que con 22 años y siendo recepcionista en 2005 del Grupo Bayrock, una firma inmobiliaria cuyas oficinas estaban dentro de la Torre Trump, aseguró que el magnate la besó sin consentimiento. También Jessica Leeds denunció la conducta del magnate al haberse propasado con ella durante un vuelo. Y Kristin Anderson, una camarera de un bar de Nueva York, contó que Trump la acosó en 1990 cuando le metió la mano por debajo de la falda. En contra de todo pronóstico, el voto femenino no afectó a Trump tanto como a su rival Hillary Clinton en 2016. El 53% de las blancas votaron por el republicano, es decir, 10 puntos porcentuales menos que los de la candidata. Clinton fracasó en su intento de movilizar, obteniendo un menor apoyo que Obama en 2012.