Tau, una proteína clave contra el Alzheimer
El programa CaixaHealth dirige sobre ella sus innovadoras investigaciones
La enfermedad de Alzhéimer está caracterizada, desde un punto de vista patológico, por la presencia de diversos componentes, pero sobre todo dos: aquellos asociados a las placas seniles o amiloides y los asociados a los ovillos neurofibrilares, una de las proteínas de los cuales, que de hecho es la base, es la Tau. Hasta el momento, la mayoría de las alternativas para el tratamiento de esta enfermedad van dirigidas a las placas seniles y no dan el resultado esperado.
En este contexto y con el objetivo de intentar mejorar las expectativas y la calidad de vida de los pacientes de Alzhéimer, están surgiendo iniciativas de investigación centradas en el otro componente principal de la enfermedad, la proteína Tau. Este es el caso del programa que lidera José Antonio del Río, catedrático de la Universidad de Barcelona e investigador del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC). «La idea es intentar frenar o ralentizar la progresión de la enfermedad enfermedad centrándonos en la proteína Tau porque cuando llega el paciente de Alzhéimer, la enfermedad ya ha empezado y parar eso es muy difícil», comenta Del Río, quien además recuerda que «la medicación para esta enfermedad ha quedado estancada y lo que hay ahora es paliativo».
Considera que «Tau es una proteína que estabiliza los microtúbulos de la neurona, permitiendo que las conexiones neuronales se mantengan sanas, sin embargo, cuando obtiene muchos grupos de fosfato, ésta deja de engancharse y, en consecuencia, los microtúbulos dejan de ser estables y la conexión neuronal empieza a fallar», explica el investigador para a continuación indicar que «cuando las tau se hiperfosforizan y no se pueden enganchar, pasan a autoengancharse entre ellas formando como una especie de estropajo.
Cuando la neurona muere, ese estropajo queda libre por el cerebro y, por lo tanto, puede pasar a otra neurona», continúa Del Río, quien especifica que la idea del proyecto que lidera, en el que participan el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona y la
Universidad de Barcelona, es «evitar la progresión de la enfermedad impidiendo que ese estropajo pueda pasar a una nueva neurona y el sistema nervioso actúe sobre él y eliminarlo».
En este sentido, la investigación desarrolla dos tipos de estrategias: por un lado, los procesos de vacunación activa o pasiva para que el organismo pueda reconocer la Tau y bloquearla, y el desarrollo de inhibidores específicos para evitar que la Tau se enganche, pero ello conlleva un problema. «La mayoría de los inhibidores tienen poca capacidad para superar la barrera hematoencefálica, que separa el sistema nervioso y el circulatorio», constata el investigador para avanzar que, en el contexto de su proyecto de investigación, el cual ha sido seleccionado dentro del programa CaixaHealth de la Fundación «la Caixa», «se está desarrollando una lanzadera para llevar los inhibidores al interior del sistema nervioso. Por ahora se ha visto que algunos de estos compuestos no alteran la función neuronal, pero falta por comprobar si son capaces de bloquear la agregación», concluye.
SALUD